Dijeron que no había suficientes pruebas para condenar a Leandro Del Villar, Luciano Mallemaci y Ezequiel Quintana. La abogada de la víctima dijo que el fallo es “vergonzoso”.
Los tres jóvenes que habían sido enjuiciados como acusados de violar en 2012 a una menor de edad en una playa de la ciudad de Rawson, en Chubut, fueron absueltos y recobraron la libertad.
Las juezas Ana Karina Breckle, Marcela Alejandra Pérez y María Laura Martini consideraron que no existían suficientes para condenar a los tres jóvenes Leandro Del Villar, Luciano Mallemaci y Ezequiel Quintana, según contó la abogada querellante Verónica Heredia, que calificó el fallo emitido en las últimas horas de “vergonzoso”.
“Una adolescente que trabajó 6 años en una terapia para poder decir que fue abusada y poder hacer la denuncia, creyendo que podía tener justicia”, dijo la abogada.
“En ningún momento se respetó la perspectiva de género”, expresó Heredia, quien patrocina a la joven que denunció la violación, actualmente de 26 años y en el momento del hecho, de 16.
El hecho ocurrió en una casa del balneario Playa Unión, de la ciudad chubutense de Rawson el 22 de septiembre de 2012, en el marco de una fiesta en el marco del Día de la Primavera. La chica fue hallada semidesnuda por amigas, con síntomas de haber sido abusada por varias personas.
No obstante, el caso recién se hizo público en 2019, cuando la joven lo posteó en redes sociales y fue apoyada por grupos feministas.
“Fuimos a pasar la semana de la primavera a Playa Unión, Rawson, con un grupo de siete amigas. Estábamos en una fiesta que era en la casa de Robertino y Francesco V. y a poco tiempo de llegar perdí la consciencia y es ahí cuando una de mis amigas me encontró en una habitación siendo abusada por un grupo de cuatro varones: Ezequiel Q., Leo DV., Luciano M. y Robertino V. Joaquín P. era testigo y Tomás S. sostenía la puerta evitando que entre alguien o que yo pueda salir”, relató la denunciante.
“Estaba en estado de shock y entre varias personas me intentaron calmar. Como estaba desnuda, buscaron mi ropa que estaba desparramada en la habitación oscura y llena de camas donde sucedió la violación. En ese momento el dueño de la casa echó a todo el mundo de la fiesta, al grito de ‘no cuenten nada'”, relató.