Fue ayer en Olmos. Un matrimonio fue maniatado y a otra familia la golpearon. Los ladrones huyeron con 57 mil pesos.
¿Vivir en un country garantiza seguridad? En los tiempos que corren, ni en un predio vigilado se puede estar completamente tranquilo. De esta preocupante situación pueden dar cuenta en un conocido barrio cerrado del Gran La Plata, donde, en horas de la madrugada de ayer, tres casas fueron “visitadas” por delincuentes, que sorprendieron a sus dueños mientras dormían.
El lugar señalado es el country “Haras del Sur”, que está apostado sobre el kilometro 73 de la Ruta 2, a la altura de Lisandro Olmos.
Se trata de un extenso terreno alambrado, que abarca casi 116 hectáreas, y que, según contaron algunos vecinos, ya cuenta con antecedentes de robo.
Fue hace casi dos años, cuando tres viviendas -vacías en ese momento- fueron saqueadas durante el día, presuntamente por gente que tenía acceso al barrio privado
VIOLENTOS
En este caso, los hechos fueron mucho más preocupantes y violentos. Todo comenzó cerca de las 00.30 de ayer.
Según informó un vocero policial, tres delincuentes entraron al country por un agujero que hicieron en el alambrado perimetral. “Ese acceso improvisado daba directamente al lote 33, donde esta la casa de Daniel Héctor Massa (60)”, agregó.
Los ladrones aprovecharon esa circunstancia de proximidad y eligieron el primer objetivo.
El hombre dormía junto a su esposa y, ambos fueron maniatados, mientras los ladrones revisaban el inmueble y juntaban los objetos de su interés. A fin de cuentas, se hicieron con “13.000 pesos, joyas, tres relojes y un teléfono celular”, mencionó la misma fuente.
Después, cuando ya no quedaba nada para hacer allí, salieron hacia otra finca, dejando al matrimonio inmovilizado dentro de una habitación.
De acuerdo a un informante, el próximo blanco fue la casa del lote 85 b, propiedad de Jorge Gómez (60).
La casa estaba vacía, puesto que sus habitantes estaban de vacaciones en la Costa. Por eso los delincuentes sólo tuvieron que romper una ventana para alzarse con 24.000 pesos, que “encontraron escondidos en un baño”, se explicó.
El increíble raid, lejos de terminar, continuó por el lote 292. Allí se percataron de que una ventana había quedado sin traba y sorprendieron a una mujer, que empezó a los gritos.
En segundos, apareció el esposo, identificado por la Policía como Jorge Emilio Díaz (48), quien realizó un desesperado esfuerzo por sacar a los ladrones.
Sin embargo, lo redujeron a golpes y lo mismo le pasó a un hijo, tras lo cual huyeron con otros 20.000 pesos, no sin antes abrir otro agujero en el alambrado.