Las urnas abrieron este 25 de julio en Túnez para votar referéndum constitucional convocado por el presidente, Kais Said. Juristas advierten que este busca “sistema ultrapresidencialista sin separación de poderes”.
Los tunecinos tiene que decidir entre una papeleta del “sí” y otra del “no” en la votación de un borrador constitucional que, de aprobarse, sustituirá a la actual Carta Magna de 2014, elaborada por una asamblea constituyente.
Más de 9,2 millones (348.876 en el extranjero) de tunecinos están llamados a votar, en los más de 11.000 centros habilitados hasta las 22.00 (21.00 GMT) durante una jornada festiva en el país.
El polémico proyecto constitucional ha generado críticas de juristas por introducir un sistema “ultrapresidencialista”, sin garantías para la separación de poderes, y por el proceso de elaboración ya que se redactó a puerta cerrada en menos de un mes.
Varios juristas y magistrados se han declarado en huelga de hambre como protesta contra el referendo constitucional de Said.
Más de 80 mil policías y miles de observadores
En torno a 84.000 agentes supervisan los centros de votación del país y miles observadores nacionales e internacionales velan por la legalidad del proceso.
Túnez vota además en estado de excepción y con un parlamento disuelto y cuando se cumple hoy un año desde que Said se hiciera con plenos poderes. Los datos de participación serán determinantes para la legitimidad del proceso, según los expertos.
La población se ha mostrado indiferente ante esta votación que se celebra después de una descafeinada campaña electoral y con la mayoría de la oposición política llamando al boicot del referendo.