Maite, la hermana de Martín Campos, joven asesinado en nuestra ciudad, habló en la 99.9 esta mañana sobre los reclamos que le elevaron al Intendente municipal. También destacó que los vecinos del barrio deben marcarle a la Municipalidad los baldíos a limpiar y las luminarias que no funcionan. “Estas cosas le corresponden al Municipio, no a los vecinos”, agregó.
Los hechos de inseguridad en Mar del Plata se repiten, a pesar de los anuncios e intenciones de solución. Los propios vecinos se ven obligados a tomar las iniciativas que le corresponden al Municipio. Así lo refleja el trabajo de la familia de Martín Campos, joven asesinado como consecuencia de la desprotección absoluta de los barrios de la ciudad.
Su hermana, Maite, habló esta mañana en la 99.9 y se refirió a las reuniones que han mantenido con funcionario e incluso con el propio Gustavo Pulti: “el Intendente se reunió con nosotros permanentemente, fuimos invitando a todos los vecinos a las reuniones de mi mamá. Se acercaron los reclamos y la mayoría de las cosas están siendo cumplidas. Se nos prometieron luminarias, por ejemplo, que de a poco se están poniendo”. A pesar de esa respuesta positiva, resulta increíble que el máximo jefe político de la ciudad no tenga idea de cuáles son las carencias del barrio: “le mostramos cómo estaba el barrio, la esquina donde mataron a mi hermano y el baldío donde se escondió. No lo podía creer”, dijo Maite.
Los vecinos, encabezados por la familia Campos, siguen trabajando y pidiendo por cosas mínimas para poder vivir tranquilos: “pusieron algunas luminarias y limpiaron algunos baldíos. Hay pasto alto, árboles, montículos de tierra; en algunos lugares no se ve. Lo mismo pasa con el complejo de UTA. Hicimos un petitorio y nos estamos encargando de recoger firmas de los vecinos. Está sobre la calle Alberti y sabemos que durante la noche se junta gente a drogarse o jorobar. También hemos encontrado carteras o camperas que, evidentemente, robaron. Lo único que pedimos a la UTA es que se haga cargo del complejo, que ponga luminarias, lo cerque y lo controle; porque incluso en cualquier momento se puede derrumbar”.
En la zona también sufren el robo de cables eléctricos de las luminarias públicas que dejan a oscuras el barrio: “creemos que viene gente de otro barrio que roba los cables, que es lo más valioso. Lo malo es que los roban y nadie los repone. Tendrían que cambiarle el modo; pero si necesitan que una maestra se los diga, estamos al horno”. Luego agregó: “no puede ser que esperen que nosotros les avisemos de los problemas para resolverlos. Tuvieron que matar a Martín para que los funcionarios se reúnan con nosotros. Incluso le tenemos que marcar los baldíos peligrosos. Mi tío, con un pincel, marcó los postes de luz que no andaban. Estas cosas le corresponden al Municipio, no a los vecinos”.
Como siempre, cuando alguien reclama algo que cree justo, llegan a pensar que eso se hace para iniciar una carrera política. Por eso, Maite Campos aclaró: “hay vecinos que dicen que yo quiero un cargo político, pero ni siquiera vivo en ese barrio. Quiero que mi madre cuando vuelva a su casa esté tranquila y que sepa que, a pesar de cargar con el dolor de que le mataron a un hijo, no va a volver a suceder”.
El objetivo es claro. Por eso recordó en qué circunstancias asesinaron a su hermano para robarle: “no voy a parar hasta que los chorros estén presos y tengan un juicio y unacondena efectiva; y hasta que no cambien las cosas en mi barrio. A Martín no lo vieron, estuvo una hora y media tirado porque no se veía entre la neblina y el pasto largo. El baldío donde se escondió tenía un metro sesenta de pasto”.