Los “drones” son aviones no tripulados que Estados Unidos utiliza para recorrer Pakistán o Yemen y matar a los extremistas. Según las organizaciones de Derechos Humanos, provocan la muerte de centenares de civiles en sus ataques. Pero para el gobierno de Obama, esta tecnología es más precisa que otro tipo de bombardeos.Los drones, el arma que utiliza Estados Unidos para combatir el terrorismo en Pakistán o Yemen, es uno de los grandes temas a tratar para la ONU, ya que se los considera un arma con amplio margen de mortandad de inocentes.
Estos aviones no tripulados se operan desde las bases en Estados Unidos. Sus pilotos matan frente a monitores y a distancia a terroristas de Oriente Medio, gracias a una tecnología cada vez más perfecta.
El responsable de Naciones Unidas para Contraterrorismo y Derechos Humanos, Ben Emmerson, afirmó que hará una investigación de los ataques con drones, especialmente en aquellos casos donde se ha informado un gran número de víctimas civiles. También recordó que Estados Unidos no está eximido de cumplir las leyes internacionales y debe respetar la soberanía de países como Pakistán o Yemen.
“La utilización de ‘drones’ tiene serios puntos negativos, a veces se los usa de manera demasiado libre. Pero no nos llamemos a engaño: los países donde se producen los ataques, los consienten o directamente los promueven. Hacen un doble juego, uno de cara a su opinión pública y otro con Washington”, indicó Bill Roggio, director del proyecto “Long War Journal”, especializado en Oriente Medio.
Según el “Bureau of Investigative Journalism”, desde que Obama llegó al poder, el Pentágono y la CIA han realizado más de 300 ataques con “drones” en zonas tribales de Pakistán, con el resultado de unas 2.500 víctimas, entre ellas, centenares de civiles. Según el presidente estadounidense, esta nueva tecnología es mucho más precisa que la de otro tipo de bombardeos. Según sus datos, en 2011 el 14% de las víctimas fueron civiles mientras que en 2012 este porcentaje se redujo al 2,5%.
“Nuestra principal preocupación es la falta de transparencia y las vagas razones con las que se justifican los ataques“, advierte Laura Pitter, experta en contraterrorismo de Human Rights Watch (HWR). Y asegura que EEUU no publica datos de víctimas de estos ataques.
Activistas y organizaciones de Derechos Humanos han elaborado informes demostrando que la zona fronteriza entre Pakistán y Afganistán registra ataques una vez cada cinco días, aunque el número de bombardeos se ha reducido respecto del 2010. Sin embargo, en Yemen el año pasado los ataques se han multiplicado, con una cifra de 193 miembros de Al Qaeda muertos y 35 víctimas civiles.
“Todo lo que rodea a los ‘drones’ se maneja en un profundo secreto, no sabemos el marco de acción o las reglas de ataque. Además, a las víctimas no se les da la oportunidad de defenderse, son tachados como terroristas y se les da muerte”, indica Pitter. También se cree que estos aviones no tripulados pueden sentar un precedente para el avance armamentista de potencias militares como Rusia o China.