Ya se ha compartido con unos 120 grupos de investigación en 11 países del mundo.
Potenciar y agilizar la investigación en cáncer infantil. Ese es el objetivo de la Childhood Solid Tumor Network, una especie de banco de tumores sólidos pediátricos que, desde el St. Jude Children’s Research Hospital en Memphis (EEUU), pone a disposición de científicos de todo el mundo casi 100 modelos de estudio que permiten avanzar en la búsqueda de nuevas terapias efectivas. Esta plataforma, liderada por Michael Dyer, del Instituto Médico Howard Hughes, se basa en la creación de xenotrasplantes; es decir, en implantar en animales de laboratorio células humanas. En primer lugar, los científicos toman una biopsia de un paciente pediátrico con cáncer. Después, implantan estas células cancerosas en ratones -en el tejido análogo al que alberga el cáncer en los humanos- y, cuando el tumor se ha desarrollado, analizan su evolución.
Mediante esta técnica, han conseguido producir decenas de modelos de 12 tipos diferentes de cáncer pediátrico. Además, entre otros estudios, han explorado las características moleculares de los tumores y cómo evaluar su sensibilidad a distintas terapias. Los detalles de su iniciativa se plasman en el último número de la revista Nature. Los datos que aporta este banco, señalan los autores de un comentario que acompaña al estudio en la revista científico, son tan vastos que “proporcionan muchas oportunidades para los investigadores que trabajan en este campo”. La información contenida en la red, que está disponible de forma gratuita, ya se ha compartido con unos 120 grupos de investigación en 11 países del mundo y está previsto que su difusión siga expandiéndose.
Una buena herramienta
“Sin duda es una buena herramienta para la investigación de nuevos tratamientos”, coincide Lucas Moreno, oncólogo del Hospital Niños Jesús de Madrid y colaborador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), quien destaca que, “pese a las dificultades técnicas”, los creadores del banco han conseguido replicar con mucha precisión las características de los tumores sólidos pediátricos en los modelos animales desarrollados. Al realizar los xenotrasplantes, el equipo de Dyer no sólo intentó que el implante se realizara en un tejido similar al que albergaba el cáncer en el paciente al que se le realizó la biopsia, sino que el tumor conservara las características moleculares y celulares, así como el ‘paisaje’ epigenético del tumor primigenio, un hecho que comprobaron en muchas de las muestras.
“Han demostrado que realmente los modelos son muy parecidos a lo que sucede en las personas, que era una de las críticas que generalmente se hacía a este tipo de estrategias”, señala Moreno. En sus conclusiones, los autores remarcan que parte de sus modelos se desarrollaron a partir de pacientes que tenían un tumor recurrente, por lo que pueden ser muy útiles para diseñar fármacos y estrategias contra tumores especialmente agresivos.
Prueba de concepto
Para demostrar la utilidad de su plataforma, el equipo estadounidense utilizó su aproximación para identificar una nueva combinación de fármacos que podría ser muy útil para los pacientes con rabdomiosarcoma recurrente, un tipo de cáncer infantil agresivo que se desarrolla en los músculos y otro tipo de tejidos blandos. En concreto, hallaron que este tipo de tumor era sensible a la acción, en conjunto de tres medicamentos. Dos de ellos, irinotecan y vincristina, ya se emplean actualmente para tratar la enfermedad. Pero un tercer compuesto, denominado AZD1775, que inhibe una enzima clave para la progresión celular, también mostró un efecto positivo. En combinación, los fármacos conseguían disminuir el tamaño y el crecimiento del tumor en mayor medida que la terapia estándar. El siguiente paso, subrayan los autores del comentario en Nature, ha de ser “establecer un consorcio aún mayor de repositorios que armonice la caracterización de modelos, así como la distribución y la infraestructura de la base de datos”. “La amplitud de datos que han generado servirá a investigadores de todo el mundo y, esperamos, conducirá una cultura de generosidad y ánimo de compartir que beneficiará a todos”, concluyen.