Hernán Pastoriza participará de un proyecto de bioingeniería de la Universidad de Boston. Una fundación invertirá 20 millones de dólares para crear un centro de investigaciones.
El nanocientífico Hernán Pastoriza, egresado y docente del Instituto Balseiro, será uno de los científicos que participarán en el nuevo centro de investigación de la Universidad de Boston. Participarán ocho instituciones de diferentes países y su principal objetivo será fabricar tejidos personalizados del corazón.
Pastoriza es investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) en el Laboratorio de Bajas Temperaturas del Centro Atómico Bariloche.
El profesional explicó que mantiene relación con uno de los científicos que lideran el nuevo centro de investigación, David Bishop. “Hemos sido coautores de trabajos desde 1990. Esta relación científica se ha sostenido a lo largo del tiempo en diferentes temáticas, como de superconductividad de alta temperatura crítica y MEMS en particular”, contó.
“Por el momento no hay otros colegas involucrados directamente con este proyecto aunque espero que en el futuro haya interesados en participar, especialmente estudiantes del Instituto Balseiro”, agregó Pastoriza.
También destacó que el proyecto abordará la ingeniería de células a distintas escalas, y que se creará un puente entre la microfabricación, la biología y la medicina.
El centro será dirigido por David Bishop, profesor de la Universidad de Boston en física e ingeniería informática y electrónica, y director de la División de Materiales en Ciencia e Ingeniería. Coordinará el trabajo con otros colegas líderes de áreas específicas de expertise técnica en imágenes, nanomecánica, ingeniería celular, ingeniería biomédica y nanotecnología.
El centro estará diseñado para llevar investigación desde el laboratorio hacia la industria. Asimismo, desarrollará áreas de expertise en educación, diversidad, administración y extensión en torno a la enfermedad cardiovascular, incluyendo la enfermedad coronaria, la hipertensión y el ACV, es la principal causa de mortalidad en el mundo según la Organización Mundial de la Salud.