Una escuela británica multará a los padres que incumplan el horario estipulado de ingreso al colegio de sus hijos, de manera reiterada.
Varias escuelas del Reino Unido decidieron tomar medidas extremas para evitar que sus alumnos lleguen tarde a clase.
El colegio Emerson Valley, en Milton Keynes, al noroeste de Londres, impondrá sanciones económicas de 60 libras, es decir de 72 euros, si los niños llegan hasta diez veces tarde en un trimestre.
Los padres tendrán 21 días para pagar la multa. En caso de impago, el importe se duplica a 144 euros, que deberán ser abonados en el plazo de 28 días. Si se niegan a pagar, las autoridades llevarán el caso a los juzgados.
La medida apunta a obtener buenos resultados académicos y a aumentar los estándares en el centro escolar, muy vinculados a estar en clase a la hora fijada, indican las autoridades de la escuela.
“Durante la última inspección de Ofsted, el departamento del gobierno que vela por el funcionamiento del sistema educativo, se señaló que las estrategias para mejorar la asistencia y puntualidad se han traducido en un aumento significativo de la proporción de alumnos que vienen a la escuela a tiempo”, argumentaron las autoridades en un comunicado.
Al final del semestre de otoño de 2013, 353 alumnos de Emerson Valley School recibieron certificados de 100% de puntualidad.
Aunque ésta es la tercera escuela en Reino Unido que ha decidido hacerle frente a la impuntualidad, aún es un tema de debate en el área de la educación. “Debe haber medidas para procurar la puntualidad. Pero si tienes, como es nuestro caso, niños en diferentes escuelas, debes sortear un montón de problemas logísticos; y las posibilidades de que algo vaya mal siempre están presentes”, comentó Georgina Hodgkinson, madre de tres hijos, en declaraciones a la BBC.
Para las autoridades de Milton Keynes, poner multas es algo que está contemplado por la ley, pero la decisión de aplicar la medida depende de cada escuela.