El clima caluroso provoca una disminución de la “frecuencia coital”, según un nuevo documento de trabajo publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos.
Con los años, se ha responsabilizado al cambio climático de muchas cosas. Hasta ahora, nunca se pensó que fuese posible verlo como una especie de anticonceptivo. El clima caluroso provoca una disminución de la “frecuencia coital”, según reveló un nuevo documento de trabajo publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos.
Tres economistas estudiaron ochenta años de datos sobre fertilidad y la temperatura en Estados Unidos y descubrieron que cuando hacen más de 26,6 C (80 grados Fahrenheit), se produce una gran caída en el número de nacimientos en diez meses. Los posibles padres tienden a no compensar el tiempo perdido en meses posteriores más fríos.
Cada “día caluroso» extra (los economistas expresan el término entre comillas) produce una caída de 0,4 por ciento en las tasas de natalidad nueve meses más tarde, o 1.165 partos menos a lo largo de Estados Unidos. Una recuperación durante los siguientes meses compensa sólo el 32 por ciento de la brecha.
Los investigadores, de la Universidad Tulane, la Universidad de California en Santa Bárbara y la Universidad de Florida Central, creen que sus descubrimientos les dan a los diseñadores de la política tres factores importantes en los que pensar. A saber:
1. Las tasas de natalidad no se recuperan completamente tras olas de calor. Eso es un problema. A medida que los veranos se hacen cada vez más calurosos, los países desarrollados podrían sufrir una caída aun mayor de tasas de natalidad, que ya están bajas. El hundimiento de estas tasas puede trastocar la economía. Recientemente, los líderes chinos reconocieron esto al descartar la antigua política de hijo único y duplicar el número de hijos que pueden tener las parejas. Una tasa de natalidad por debajo del nivel de sustitución en Estados Unidos implica un menor número de trabajadores para pagar los beneficios de la seguridad social para los jubilados, entre otras consecuencias.
2. Un mayor número de concepciones en el otoño se traduce en más partos durante el verano. Los bebés sufren una tasa más alta de mala salud si nacen en verano, Ési bien las razones para un peor estado de salud en el verano no están bien establecidas», escribieron los autores. Una posibilidad tal vez sea “la exposición a altas temperaturas durante el tercer trimestre del embarazo”.
3. El aire acondicionado podría demostrar efectos afrodisíacos. El control del clima en casa podría hacer la diferencia. Los investigadores sugieren que el auge del aire acondicionado puede haber ayudado a compensar parte de la pérdida de fertilidad relacionada al calor en Estados Unidos desde los setenta.
El título del artículo es lo más lascivo a lo que puede llegar la Oficina Nacional de Investigación Económica: “Tal vez el mes que viene. Shocks de temperatura, cambio del clima y ajustes dinámicos en las tasas de natalidad”. Los investigadores asumen que el cambio climático continuará, según los pronósticos más severos, sin esfuerzos importantes para reducir las emisiones. El escenario que utilizan proyecta que entre 2070 y 2099, Estados Unidos podría tener 64 días más por año con temperaturas superiores a 26,66 ´C que en el período de base entre 1990 y 2002, que tuvo 31. ¿El resultado? Es posible que Estados Unidos sufra una caída del 2,6 por ciento en su tasa de natalidad, o 107.000 partos menos por año. Justo cuando usted creía que la política para el cambio climático no podía ponerse menos atractiva.