El trabajador se encargaba de gestionar un registro de impuestos y ayudas de la ciudad japonesa de Amagasaki.
Un trabajador, sea del sector que sea, bajo ninguna circunstancia debería consumir alcohol en su jornada laboral. Aunque una cerveza durante la hora de la comida pueda parecer inofensiva, lo cierto es que a menudo puede disminuir la productividad, e incluso provocar una incapacidad laboral o una negligencia.
El último caso que lo ha confirmado ha sido el de un empleado de una empresa de tecnología que ha protagonizado una de las mayores pérdidas de datos personales que se recuerdan. En concreto, una información sensible de 460.000 personas pertenecientes a la población de la ciudad japonesa de Amagasaki.
Al parecer, el gobierno municipal de dicha ciudad tenía que llevar a cabo unos pagos de ayuda a los hogares que estaban exentos del impuesto de residencia. Para ello, contrató a una empresa tecnológica en la cercana ciudad de Suita para que le ayudara con la gestión de las ayudas.
Uno de los trabajadores de la empresa contratada se encargó de hacer una copia en un USB del registro completo de todos los ciudadanos, que incluye sus fechas de nacimiento, domicilios e información sobre impuestos y ayudas. Sin embargo, en lugar de hacerlo en el registro, el empleado se llevó el USB en el maletín para hacer la copia a un ordenador de su empresa, algo para lo que no tenía permiso.
Desgraciadamente, la memoria no llegó nunca al ordenador. El empleado se emborrachó y se quedó dormido en la calle antes de hacer la copia y el maletín que llevaba con él desapareció, perdiendo los datos personales de las 460.000 personas pertenecientes a la población japonesa de Amagasaki.
Aún así, el ayuntamiento de la localidad ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad a la población asegurando que los datos están protegidos por una contraseña de 13 caracteres y que de momento no se han detectado filtraciones.
Tras unos días de muchos nervios y ocupación, el empleado ha reconstruido todo lo que había hecho durante su borrachera y ha conseguido por fin recuperar el maletín que había perdido muy cerca de donde se había quedado dormido y con todo su contenido intacto, incluido el USB en su interior. A pesar del gran escándalo que ha supuesto en Japón la pérdida de tanta información por la borrachera de un empleado, la empresa tecnológica contratada no ha dado más información sobre el estado del empleado, ni si ha habido algún tipo de sanción al respecto.