La investigación abarcó al 15% de la población de Islandia, es decir, una base sólida. Concluye que las defensas en el cuerpo no son fugaces.
Un enorme estudio sobre anticuerpos trae buenas noticias para el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus.
La buena noticia: los anticuerpos que las personas fabrican para combatir el nuevo coronavirus duran al menos cuatro meses después del diagnóstico y no se desvanecen rápidamente como sugirieron algunos informes anteriores, descubrieron los científicos.
El informe científico, presentado este martes, se realizó en base a pruebas realizadas a más de 30.000 personas en Islandia. Es el trabajo más extenso hasta ahora sobre la respuesta del sistema inmunológico al virus a lo largo del tiempo, y es una buena noticia para los esfuerzos por desarrollar vacunas.
Si una vacuna puede estimular la producción de anticuerpos de larga duración como parece hacer una infección natural, da esperanzas de que “la inmunidad a este virus impredecible y altamente contagioso no sea fugaz”, escribieron científicos de la Universidad de Harvard y los Institutos Nacionales de Salud de EE.UU., en un comentario publicado en el New England Journal of Medicine.
Uno de los grandes misterios de la pandemia es si haber tenido el coronavirus ayuda a proteger contra futuras infecciones y por cuánto tiempo.
Algunos estudios más pequeños sugirieron anteriormente que los anticuerpos pueden desaparecer rápidamente y que algunas personas con pocos o ningún síntoma pueden no producir muchos.
El nuevo estudio fue realizado por deCODE Genetics, con sede en Reykjavik, una subsidiaria de la empresa estadounidense de biotecnología Amgen, con varios hospitales, universidades y funcionarios de salud en Islandia.
El país evaluó al 15% de su población desde fines de febrero, cuando se detectaron sus primeros casos de COVID-19, lo que brinda una base sólida para las comparaciones.
Los científicos utilizaron dos tipos diferentes de pruebas de coronavirus: el tipo de hisopos nasales u otras muestras que detectan partes del virus, lo que indica una infección, y las pruebas que miden los anticuerpos en la sangre, que pueden mostrar si alguien estaba infectado ahora o en el pasado.
Se analizaron muestras de sangre de 30.576 personas utilizando varios métodos. Se contabilizó como un caso a una persona que dio positivo tras practicarse al menos dos de las pruebas de anticuerpos. Estos incluyeron una variedad de personas, desde aquellas sin síntomas hasta personas hospitalizadas con COVID-19.
En un subgrupo que dio positivo, las pruebas adicionales encontraron que los anticuerpos aumentaron durante dos meses después de que se diagnosticara inicialmente la infección y luego se estabilizaron y permanecieron estables durante cuatro meses.
Estudios anteriores que sugirieron que los anticuerpos se desvanecían rápidamente pueden haber estado observando la primera ola de anticuerpos que el sistema inmunológico produce en respuesta a la infección; la mayoría de esos estudios se analizaron 28 días después del diagnóstico.
Una segunda ola de anticuerpos se forma después de uno o dos meses de infección, y esto parece más estable y duradero, informan los investigadores.