Un estudio elaborado por investigadores del Institut Drets Human de la Universidad de Valencia, indica que una persona de apariencia caucásica tiene la mitad de posibilidades de ser parada en la calle por la policía, que otra de piel oscura. Solo un 7% de los consultados dijo haber sido parado por agentes en los dos últimos años, mientras que la cifra se eleva a 14% entre las personas de minorías étnicas.
“Ya teníamos evidencias de que esto ocurría. Pero vimos la necesidad de tener datos científicos”, subraya Cristina de la Serna, portavoz en España de la Open Society Justice Iniciative. “Ahora sabemos que hay una pauta para identificar a personas extranjeras, pero por sus rasgos étnicos, porque a los inmigrantes caucásicos se les identifica menos que a los de color”, añade.
Para el estudio se realizaron 2.800 entrevistas y los resultados mostraron que los inmigrantes tienen tres veces más posibilidades de que les paren que los españoles. Pero también entre los nacidos en España hay diferencias: los no caucásicos, aun españoles, tienen tres veces más posibilidades de ser parados por agentes que los blancos.
“Si realizamos una combinación entre los factores de nacimiento y apariencia, llegamos a esta conclusión: si has nacido en España y tienes apariencia caucásica europea, tienes casi tres veces menos posibilidades de ser parado en la calle (un 16% de los que tienen estas características) que si tienes apariencia no-caucásica europea y has nacido fuera de España. En este caso, hay una gran posibilidad de ser parado en la vía pública: el 45% de las personas con este conjunto de características declararon haber sido identificadas por la policía en algún momento del pasado”, concluyen los autores del estudio, coordinados por José García Añón, del Institut de Drets Humans de la Universidad de Valencia, y Ben Bradford, del Centre for Criminology, de la Universidad de Oxford.
El Ministerio de Interior español informó que se realizan alrededor de ocho millones de identificaciones al año. “Pero no sabemos cuántas son porque se esté cometiendo un delito o por control migratorio. Ni siquiera cómo han acabado esas identificaciones”, explica de la Serna.
Cano culmina: “somos una parte de la sociedad y tenemos prejuicios. Pero los datos nos permiten reorientar nuestra actividad si estamos haciendo algo mal. Porque, pese a los estereotipos, los nacionales son igual de delincuentes que los extranjeros”.