Alan Bogado amplió hoy su declaración indagatoria ante el juez Bonadio. Dio más detalles de una supuesta red para contrabandear partes nucleares a Teherán.
El ex espía inorgánico de la SIDE Alan Bogado amplió hoy su declaración indagatoria en la causa por la denuncia del ex fiscal de la AMIA Alberto Nisman y afirmó que el piquetero ultra K Luis D’Elía recibió plata de Irán “para el financiamiento de la campaña presidencial de Cristina Kirchner” en el 2011. Bogado, imputado en esta causa en que se investiga el encubrimiento de cinco iraníes acusados como autores ideológicos del atentado contra la AMIA, dio más detalles de una supuesta red clandestina para traficar tecnología nuclear argentina a Irán que Clarín adelantó el miércoles en exclusiva. Ante su primera declaración indagatoria de este miércoles, el juez federal Claudio Bonadio dispuso una serie medidas de prueba para chequear si es cierta la denuncia de Bogado.
La Argentina enriquece uranio por el sistema gaseoso mientras que Irán lo hace por el de centrífugas -el mismo de Brasil y más moderno- por lo que “es muy difícil e improbable” que haya intercambiado tecnologías sobre este tema, declaró a Clarín la titular de la Fundación No-proliferación para la Seguridad Global (NPSGlobal), Irma Argüello. La especialista supone que si hubo tráfico fue a nivel de algunas partes o materiales no radiactivos que Irán necesitaba en ese momento por el bloqueo que le había impuesto la ONU. Además, tanto las autoridades de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) como de la empresa estatal INVAP ha sido sumamente responsables y contrarias a la proliferación nuclear con fines militares. Así el núcleo de quienes podrían haber intentado algún contrabando se reduce a funcionarios kirchneristas de menor nivel y bajo el amparo de las negociaciones que encabezó el ex canciller Héctor Timerman.
En su ampliación de indagatoria de hoy, Bogado reiteró que recibió supuestas órdenes del ex director General de Operaciones de la SIDE Antonio Stiuso para infiltrar al referente iraní en la Argentina Jorge “Yusuf” Khalil, quien mantenía un fluído diálogo con el ex agregado cultural iraní en Buenos Aires, Moshé Rabbani, uno de los acusados de ser los autores intelectuales del atentado de 1994 que dejó 85 muertos.
Sin embargo, el ex titular de la AFI Oscar Parrilli -otro de los imputados- había negado por escrito en el 2013 que Bogado fuera agente o espía inorgánico de la SIDE.
Bogado aseguró que en los informes reservados que envió a Stiuso subrayó “el cambio de rumbo en la política diplomática” de Cristina tras la muerte de Néstor Kirchner en octubre del 2010. Tal fue el giro que “los iraníes a través de D’ Elia financiaron la campaña presidencial de Cristina Fernández de Kirchner. Fue precisamente Luis D’Elía quien tenía un rol preponderante en las relaciones informales con los iraníes”. D’Elía fue indagado ayer y admitió haberse reunido en Irán con los acusados por la AMIA pero “no por negocios o inmunidad”.
Más adelante en su declaración, a la que accedió Clarín en fuentes judiciales, Bogado dijo que “según Khalil, quien terminó en muy malas relaciones con D’ Elía, recibió grandes cantidades de dólares que eran para la campaña de Cristina Fernández de Kirchner y como contrapartida, Irán pidió el cese de las alertas rojas” de Interpol contra los cinco funcionarios de su gobierno.
Luego Bogado dio el nombre de un ingeniero que dijo “era el nexo con Adan Chávez -hermano del ex presidente de Venezuela- y el entorno más cercano de Evo Morales, especialmente el director de la empresa de Ferrocarriles (y canciller informal de Evo)”. Por pedido de las fuentes Clarín mantiene este y otros nombres en reserva. Seguidamente, nombró a un ex funcionario de Defensa que “fue el enlace que utilizó (una empresa estatal argentina) para encubrir el accidente con material radiactivo que ocurrió en Venezuela con el manejo imprudente de material supuestamente para radioterapia”. “Con equipos mal estibados en un galpón, para lo cual viajaron especialistas argentinos para hacer el control y remediación del accidente, que fue menor, aunque con una pequeña fuga de radiación de un equipamiento médico supuestamente”, añadió.
Aquel ingeniero argentino “está en contacto con conocidos financistas al servicio del lavado de dinero vinculado a los ministros venezolanos, especialmenteel Ministro de Alimentos: Yván José Bello, quien aparentemente tendría ocultos en el exterior una cifra superior a los 4000 millones de dólares”, añadió.
También nombró a un contador argentino -cuyo nombre mantiene en reserva- “ha viajado a Venezuela y tienen sociedades en común, utilizan un mismo estudio contable de Buenos Aires, vinculado a un sindicalista el PJ porteño. Este contador también integra una de las sociedades, justamente la encargada de la tecnología nuclear. Este estudio está vinculado a otros del exterior, en Londres y Holanda. Se ve también una estructura planificada con sociedades uruguayas para manejar comisiones”.
Para remarcar las diferencias entre Néstor y Cristina “se puede observar cómo llamativamente reemplazo a un histórico del peronismo como Tulio del Bono de la Secretaría de Ciencia yTécnica contra la voluntad de Filmus que siempre abogó por Barañao, el cual en cuanto pudo se lo ofreció a Cristina, dado que Barañao era más “bolivariano” al tener el mismo origen que Filmus en la Federación Juvenil Comunista”.
Recordó que la revista brasileña Veja reveló que en el 2007 el entonces presidente iraní Mahmud Ahmadinejad le pidió a Hugo Chávez en Caracas que interceda ante Néstor Kirchner para que “se reanude la cooperación, clave para el país persa que en ese momento buscaba desarrollar una bomba atómica”. Subrayó que Stiuso declaró “lo mismo” ante la jueza Viviana Palmaghini “basado en mis informes y documentación aportada”.
Bogado recomendó al juez que “deberá investigar es como esa red de empresas exportaba “partes de recambio, y asistencia técnica, q la tiene vedada irán” bajo la cobertura de contratos alimenticios a Venezuela, quien firmaba acuerdos espejo con Iran para hacer las veces de nexo”.
Más adelante, el ex espía aseguró que “distintos abogados eran utilizados como correos humanos (por el dos de la AFI) Juan Martín Mena” para “coordinar” con el juez federal Daniel Rafecas, que había vuelto con antelación de la República de Uruguay, “la desestimación de la causa” abierta por la denuncia de Nisman. “Era solo cuestión de tiempo para que se cierre porque se estaba coordinando una presentación de la procuración del Tesoro mencionando a una Doctora Abbona y que un periodista de Página 12 iba a presentar mails del Robert Noble ( de Interpol) para evitar que Rafecas abra la causa a prueba y desestime”, entre otros puntos.