Un fallo judicial autorizó una transfusión de sangre: los padres se negaban por su religión

El caso de un niño de 6 años de Bariloche que necesitaba una transfusión de sangre y que sus padres se negaban debido a que son Testigos de Jehová terminó por resolverse en la justicia con el fallo de la jueza de familia María Marcela Pájaro, que finalmente autorizó a los médicos a proceder con su deber.

La jueza fundamentó su resolución en el derecho que tiene todo niño a la vida, que garantiza el artículo 6 de la Convención de los Derechos del Niño, y a la salud que propone el artículo 24 de esa Convención.
“Las autorizaciones para transfundir en casos de personas que profesan la religión de los padres del niño es recurrente en nuestros Tribunales pese a que la Corte Suprema de Justicia resolvió el caso Bahamondez en 1993”, sostuvo Pájaro.
El planteo a la jueza fue presentado por la abogada del hospital Ramón Carrillo de Bariloche a partir de un requerimiento de la pediatra tratante del menor. En la presentación se señalaba que el pequeño necesitaba una transfusión de glóbulos rojos, pero los padres alegaron que no podían prestar el consentimiento debido a su religión.
En el fallo, la jueza detalló que “Los padres de menores de 13 años ejercen la representación legal siempre y cuando sus decisiones no pongan en riesgo al niño. Cuando se involucran derechos personalísimos, aparece un límite dado que ningún derecho es absoluto, y tampoco el que surge de la responsabilidad parental”.
Tras ser informados del fallo, los padres comunicaron que acatarían la resolución sin presentar objeciones.