Pesada tarea la de Franco Davin: aguantarle la pelota al bombardero mayor del circuito en cientos de prácticas. Un trabajo forzado en su función como conductor de Juan Martín del Potro. Ayer, un rato después del mediodía, el zurdo de Pehuajó afrontó esa rutina en una de las canchas del Fanzone, una zona del 02 Arena abundante en atracciones para que la gente se entretenga y, si quiere, vea de cerca a los jugadores. Desde una tribunita montada al costado, unas 150 personas seguían el entrenamiento, ansiosas por abordar al tandilense a la salida y pedirle una foto o una firma en una pelota.
La Torre había llegado sonriente, con un semblante descansado y bien afeitado. Lo recibió un ambiente de calidez y un “vamos Delpo” con acento británico. Nada que a estas alturas sorprenda en lo que se lleva visto del Masters. Fue fácil notar cómo ha crecido su popularidad entre los ingleses. Cuentan que aquí Delpo se ha hecho querer, especialmente a partir de sus épicos partidos del año pasado en los Juegos Olímpicos -aquel impresionante duelo con Federer- y esta temporada, en la semifinal de Wimbledon, contra Djokovic. Dio espectáculo, ganando o perdiendo. Delpo lo sabe y lo disfruta, sin duda. Pasa acá y en muchos otros lugares. Me pasó también en las semis y la final de Shanghai contra Nadal y Djokovic, que el público realmente estuvo de mi lado. Ellos son locales casi siempre en el lugar al que vayan, y eso se gana con buena disciplina dentro y fuera de la cancha. Creo que es un gran premio y un reconocimiento lograr eso, y se disfruta mucho”, contaba al paso, ya en camino hacia el vestuario, y después de dar unas breves entrevistas a la TV suiza y a la cadena Sky Sports.
“Del boy at home in London”, tituló unos días atrás el diario The Sunday Times una pintura sobre el más joven de los ocho jugadores del ATP World Tour Finals. Seis palabras que contienen dos ideas llamativas. “At home”, por cómo Londres, en cierto modo, se ha vuelto “su casa”. Y “Del boy”, una asociación que el autor del artículo, el periodista Barry Flatman, hizo entre la figura de Del Potro y un personaje que lleva ese sobrenombre en una conocida comedia inglesa de televisión, interpretado por el actor David Janson. Lo contó el propio Flatman: “Pensé en esa figura porque tanto el personaje como Del Potro son dos tipos muy queribles. Aquí la gente recuerda esas batallas en Wimbledon por dos cosas: la manera en que luchó y el respeto y la educación que muestra en su actitud como deportista. Esto es algo que los británicos valoran mucho. Además, que en ese partido con Djokovic haya peleado tan duro por tanto tiempo y haya perdido hizo que le tomaran aprecio. Por eso lo apoyan”.
Algo parecido aporta Paul Newman, experimentado seguidor del tenis por todo el mundo para The Independent. “Cuando habla de Del Potro, mucha gente lo llama the gentle giant (“el gigante amable”). Yo también lo veo así, es un tipo educado, muy cortés. Recuerdo que hace unos años aquí se comentó bastante un roce que tuvo con Andy Murray -en Roma se quejó porque Judy, la mamá del escocés, hacía mucho ruido en la cancha-, pero eso ya quedó olvidado. Ahora no sólo cae bien por su corrección: lo ven como uno de los dos o tres que van a sumarse al pequeño grupo de los más fuertes”, destaca. Lo que se siente en la cancha es el apoyo de la gente común, como Hannah, una rubia que mientras toma un helado cuenta que a Del Potro lo admira “por lo fuerte que le pega a la pelota y porque parece un tipo educado, que además puede a ganarle a cualquiera de los mejores. Aunque a Nole, sólo si está en su mejor día”.
Esto último, lo de la proyección del argentino, es algo menos novedoso. El ambiente del tenis lo siente desde hace tiempo. “Cuando ganó el US Open iba en camino de ser la siguiente estrella, pero tuvo mala suerte con esa lesión en la muñeca. El año que viene, si está bien físicamente, sin duda puede ganar otro Grand Slam. ¿Sabes por qué? Porque él cree que puede hacerlo”, agrega Flatman, criterio parecido al de ex figuras que se ven a diario en el Masters. Como el ex tenista y entrenador Brad Gilbert, aquí comentarista de la cadena ESPN: “Me impresiona la manera en que Juan Martín vino jugando en los últimos cuatro o cinco meses. Está reencontrándose con el que fue en 2009. El año que viene será muy importante para él, pienso que tendrá el impulso para ganar otro Grand Slam. Ganarles a los más fuertes es la llave para ganar los Majors y que el año que viene estará en condiciones”. O Carlos Moya, que lo ve directamente “peleando por el número 1 en 2014”.
Hoy, esa corriente afectiva hacia nuestro representante va a quedar superada por la que provoca el tenista más querido entre los ingleses: Roger Federer, su rival a las 11 de nuestro país, en el partido que definirá quién quedará segundo, detrás de Djokovic, en el Grupo B, es más local en Londres que el ausente Murray. En ese rubro, se supone que Delpo correrá con desventaja, pero en su juego y en su actitud está la llave para verse la cara de cerca con Rafa Nadal, mañana, en las semifinales.