Un equipo de ingenieros bioquímicos de la Universidad de Standford ideó este método que permitirá investigar con más exactitud el origen de enfermedades como el autismo.
Esta técnica transforma el cerebro de un ratón en transparente, y mantiene intacta su forma tridimensional y su estructura molecular. De esta manera, los investigadores han conseguido poder ver con nitidez, gracias a un hidrogel, las estructuras biológicas del cerebro. Los autores del proyecto llamado “Clarity, dijeron que “este nuevo avance permitirá desentrañar los misterios ocultos de este órgano al convertirlo en un órgano posible de estudiar”.
Es una nueva manera de ver el cerebro, “sobre todo, de ver las transformaciones que sufre cuando aparecen enfermedades como el parkinson o el autismo, entre otras”, agregaron.
Este proyecto fue ideado por Karl Deisseroth y su equipo, quienes apuntaron que es una “delicada obra de ingeniería bioquímica” y consiste en la extracción de los elementos opacos del cerebro y su sustitución por un hidrogel suave, gelatinoso y permeable que permite inyectar colorantes especiales y así diferenciar las distintas partes de este órgano.
Pero para llegar a ese estado transparente, primero hay que inyectar el hidrogel en el cerebro muerto, lo que por ahora se ha aplicado sólo en ratones. Luego proveen calor a la zona, hasta alcanzar la temperatura corporal (21 grados centígrados) con el objetivo de conseguir que las moléculas se unan unas a otras hasta formar una especie de malla que sostiene el cerebro. Tras varios días de espera, se consigue ver el interior del cerebro con claridad.
La única manera de analizar este órgano hasta el momento era cortándolo en láminas ultrafinas para examinarlas después por separado en el microscopio. Sin embargo, era casi imposible estudiar zonas del cerebro como la corteza prefrontal y la amígdala, que son fundamentales para entender la espontaneidad y la sociabilidad del comportamiento humano.
Hace unos días atrás, el presidente de EE UU, Barack Obama, anunció su intención de invertir una gran cantidad de fondos para develar los “misterios del cerebro y conseguir dibujar su mapa completo”, con el fin de ayudar a combatir enfermedades como la epilepsia o el Alzheimer.
William Newsome, uno de los neurocientíficos que trabaja en el plan del presidente, ha hablado sobre la iniciativa conseguida por los científicos de Stanford y le dijo a la agencia Reuters que “va a acelerar el trabajo para conseguir desentrañar el mapa completo del cerebro”.
“Efectivamente, es un gran paso hacia adelante que evita tener que cortar el cerebro del ratón en mil unidades y mirar cada uno de los fragmentos de forma individual, para luego tratar de reconstruirlas. Sin ninguna duda va a acelerar la investigación científica a este respecto”, dijo también el neurocientífico de la Universidad Rockefeller y codirector de la iniciativa de Obama, Cori Bargmann.