El agresor fue candidato de la xenófoba Liga y lleva tatuado en la frente un diseño estilizado de la esvástica. La agresión agita la campaña electoral italiana y reaviva la tensión sobre la inmigración.
Un italiano de extrema derecha baleó hoy a seis inmigrantes de raza negra en una ciudad del este del país cerca de la cual se halló esta semana el cuerpo de una adolescente víctima de un brutal crimen del que es sospechoso un nigeriano, y que conmocionó a Italia antes de las elecciones del mes próximo.
El primer ministro, Paolo Gentiloni, condenó el tiroteo, prometió castigo para estos delitos y llamó a todos los partidos políticos a evitar alentar una “espiral de violencia” con sus propuestas y mensajes de campaña para las elecciones del 4 de marzo, en las que la inmigración es una de los grandes temas.
El agresor, un ciudadano italiano, abrió fuego con una pistola desde un auto en movimiento contra varios grupos de “extranjeros” en distintos puntos de la apacible ciudad de Macerata, antes de ser detenido, informó la policía en un comunicado.
La policía difundió una fotografía del momento del arresto, en la que se puede ver al presunto agresor con la cabeza rapada y con una bandera italiana sobre la espalda, al parecer atada al cuello. Los seis heridos son “ciudadanos de color”, y uno de ellos tuvo que ser sometido a una cirugía, agregó la policía.
La policía no dio el nombre del detenido, pero medios lo identificaron como Luca Traini, de 28 años, quien el año pasado se postuló sin éxito como concejal de la localidad de Corridonia por el partido Liga Norte, una agrupación abiertamente xenófoba que quiere echar a los inmigrantes y prohibir su ingreso.
Los medios afirmaron que disparó tras haber hecho el saludo romano (el brazo derecho en alto) y mientras gritaba “Viva Italia” con la bandera en la espalda, el atacante fue detenido por la policía cuando descendió del vehículo en una plaza, a los pies del monumento a los caídos en la Segunda Guerra Mundial, informó la edición online del diario La Repubblica.
Una venganza
Según fuentes policiales citadas por la cadena de TV Rai, los hechos podrían ser una “venganza” contra la comunidad nigeriana por el asesinato de la adolescente Pamela Mastropietro. El cadáver descuartizado de Mastropietro, de 18 años y desaparecida el 30 de enero, fue hallado esta semana en dos valijas abandonadas a un costado de una calle en la localidad de Pollenza, cerca de Macerata, más al Oeste.
Por el hecho fue arrestado un nigeriano de 29 años identificado como Innocen Oseghale, un presunto traficante de drogas. El ataque conmocionó a Italia de cara a las elecciones generales del 4 de marzo, en las que la inmigración es una de las cuestiones que más preocupa al electorado luego de la llegada al país de cientos de miles de inmigrantes ilegales o refugiados en los últimos años a través del Mediterráneo.
El expresidente del Senado y candidato de la izquierdista “Libres e Iguales”, Pietro Grasso, llamó a detener “la espiral de odio” y responsabilizó a líder de la Liga Norte, Matteo Salvini, cuyo partido inunda las redes sociales con noticias de crímenes de los que acusa a inmigrantes.
“Odio y violencia que hoy podrían haberse convertido en una masacre racial. Nuestro país ya ha conocido el fascismo. No podemos mirar para otro lado, no debemos minimizarlo”, dijo Grasso en Facebook.
En declaraciones a la prensa, Salvini dijo a los medios que “todo aquel que dispara es un delincuente”, pero subrayó que “es claro y evidente que una inmigración fuera de control, una invasión organizada, deriva en el desencuentro social”.
Por su parte, Gentiloni deploró el ataque de Macerata y afirmó que “el odio no podrá dividir a los italianos”.
Desde la sede del Gobierno, en Roma, el premier llamó a los partidos a no alentar “una espiral de violencia”. “Confío en el sentido de responsabilidad de todas las fuerzas políticas. Las conductas criminales no pueden tener ninguna motivación ideológica. Los delincuentes son delincuentes”, apuntó.