Una novedosa nanotecnología nacida en la NASA convierte las superficies de las fachadas exteriores en descontaminantes del aire de la ciudad.
Pensemos en un típico edificio de ocho metros de frente y entre 10 y 14 pisos de altura, con un 50 por ciento de superficie sin ventanas: tendríamos entonces un frente de 200 metros cuadrados de extensión que podría producir el efecto descontaminante de 50 árboles, el equivalente a quitar de circulación unos 200 coches por el término de un año. Pero, ¿cómo lograrlo?
Pureti es un tratamiento revolucionario para las fachadas construidas con Neolith, el revestimiento de piedra sinterizada que está mostrando unas prestaciones jamás vistas en cuanto a resistencia y durabilidad. A esas cualidades se agrega ahora la posibilidad de sumar Pureti, un producto que tras ser aplicado se convierte en una película mineral transparente que logra un efecto de autolimpiado y es capaz de reducir también los agentes contaminantes y olores, mejorando así la calidad del aire.
Desarrollado por la NASA y formulado con la tecnología más avanzada disponible en la actualidad, el tratamiento consiste en una base acuosa de nanopartículas de dióxido de titanio que, en fábrica, se rocía sobre las placas de Neolith para crear el efecto descontaminante. El resultado es que cada vez que los rayos UVA golpean sobre estas placas se desencadena un proceso químico que convierte el oxígeno y el vapor de agua de la atmósfera en dos potentes agentes limpiadores: el hidróxilo y el superóxido. El primero trabaja sobre la suciedad orgánica y los compuestos orgánicos volátiles; mientras que el superóxido reduce el óxido de nitrógeno, uno de los gases más dañinos presentes en la atmósfera, a nitratos relativamente inocuos. Este proceso se repite millones de veces para limpiar tanto la fachada como el aire que entra en contacto con ella.
Un proceso de hidrofilia completa el tratamiento, para que en caso de lluvia, el agua se expanda sobre la superficie facilitando el arrastre y la eliminación de las partículas de suciedad restantes. Además, en interiores, elimina malos olores orgánicos. Por eso Pureti es hoy considerado el producto más eficiente en su rubro, con unos efectos descontaminantes que con un mantenimiento mínimo pueden durar hasta una década.
No por nada el producto está siendo utilizado con éxito en los revestimientos de una buena cantidad de edificios residenciales y comerciales, infraestructuras y revestimientos de publicidad exterior. Toyota, que utiliza Pureti en sus vallas publicitarias, estimó que su campaña redujo la polución equivalente a 5.285 autos.
El futuro es de las ciudades, en las que se estima que en 2050 vivirá tres cuartas partes de la población mundial. Pero hoy, la contaminación del aire, ya encarna un serio problema en muchos centros urbanos en los que los niveles de partículas contaminantes sobrepasan en el límite de seguridad para la salud humana. Frente a ese panorama Neolith y Pureti proponen una tecnología de vanguardia para mejorar la calidad del aire y lograr algo tan novedoso como fachadas descontaminantes, lo que sin dudas constituirá una de las innovaciones más comentadas en el capítulo sostenibilidad.