Se trata de uno de los edificios más antiguos de la capital de Dinamarca y fue construido entre 1619 y 1623 por orden del rey Christian IV. “400 años de patrimonio están ardiendo”, dijo el ministro de Cultura danés, Jakob Engel-Schmidt.
Un gran incendio arrasa con el edificio de la antigua Bolsa de Copenhague, del siglo XVII. Su emblemática aguja se derrumbó entre las llamas y los bomberos luchan por salvar el resto del edificio.
La antigua Bolsa es uno de los edificios más antiguos que se conservan en Copenhague. Fue construida entre 1619 y 1623 por orden del rey Christian IV y funcionó como bolsa de la capital danesa hasta 1974. Actualmente, era la sede de la Cámara de Comercio y su fachada y el techo estaban siendo restaurados, un proceso que estaba previsto finalizase en 2029.
La causa del incidente se desconoce por el momento y tras más de cinco horas los bomberos siguen luchando contra las llamas.
El fuego arrancó a las 7.30 hora local cuando se encontraban en la ex Bolsa unos diez trabajadores de la empresa que está restaurando el edificio, los cuales lograron salir indemnes.
El fuego afectó a la mitad del edificio y la impactante aguja de 54 metros se derrumbó, presa de las llamas. Seguimos luchando contra las llamas. Han surgido nuevas complicaciones. Al quemarse las estructuras de sustento interiores, los muros se han desestabilizado. En eso es en lo que nos estamos centrando ahora”, dijo el director de los servicios de emergencia de Copenhague, Jakob Vedsted Andersen.
“¡Es nuestra Notre Dame! Es un tesoro nacional”, lamentó conmocionada Elisabeth Moltke, una vecina de 45 años, al comparar el fuego con el incendio que arrasó con el techo y la aguja de la catedral parisina hace cinco años.
“No tengo palabras… Es un edificio de 400 años que ha sobrevivido a todos los demás incendios que han arrasado Copenhague. Así que es una pérdida espantosa”, dijo a la agencia de noticias AFP Karsten Ljundberg, un empleado del lugar.
El comunicado del rey de Dinamarca sobre el incendio en la antigua Bolsa de Copenhague
“Esta mañana nos levantamos con una triste imagen, cuando el humo sobre los techos de Copenhague reflejaba el incendio destructor en la bolsa”, señaló en un comunicado el rey Federico X, quien agradeció al personal de emergencias y a la policía su trabajo para evitar que hubiera heridos.
Varias alas del castillo de Christiansborg, sede del Parlamento, que se encuentra cerca del edificio en llamas, fueron evacuadas por precaución.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, calificó el incendio de “horrible” y lamentó que ardiese “un trozo de historia de Dinamarca”, mientras el ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, se refirió al suceso como “nuestro momento Notre Dame”.
“Estamos ante un espectáculo terrible”, reaccionó la Cámara de Comercio y el ministro de Cultura, Jakob Engel-Schmidt, lamentó que “400 años de patrimonio estén ardiendo”.
La policía indicó en la red social X que había acordonado parte del centro de la capital, para ayudar a los trabajos de extinción. Según expertos citados en los medios, es posible que las labores de restauración hayan incrementado el riesgo de incendio, aunque todavía se desconoce que fue lo que provocó el fuego.