Lo hizo a partir de las protestas de los vecinos porque las comisarías no toman las denuncias que no son de su jurisdicción. El comisario Luis Páez dijo que la “orden es que se tome la denuncia y luego se la gire. Pido que me llamen si les vuelve a suceder”.
El reciente robo a mano armada a siete jóvenes que salían de bailar en la zona Sur de la Capital generó preocupación en la cúpula policial y en la secretaría de Seguridad de la provincia. Es que este tipo de casos vienen creciendo en los últimos tiempos, por lo que buscan reforzar la prevención para evitarlos.
Así lo expresó el secretario de Seguridad, Luis Angulo, quien reconoció el crecimiento de esta clase de delitos junto al de los arrebatos en la vía pública. Además, le pidió a la sociedad realizar la denuncia para también poder hacer estadísticas serias al respecto.
También dijo que la policía muchas veces recupera elementos robados, pero al no haber denuncia no se puede informar a los propietarios, por lo que muchas veces quedan un largo tiempo los elementos en la dependencia de Investigaciones. “Hay que hacer la presentación para tener un real conocimiento de lo que está sucediendo, así podemos evitar estos hechos”, añadió, en algo que contrasta con la denuncia de los jóvenes que fueron robados y a quienes según advierten no les quisieron receptar la denuncia.
En tanto, Flavia Martínez la madre de una joven de 18 años que fue asaltada en la madrugada del domingo a la salida de un boliche con otros seis damnificados, denunció que fueron asaltados a mano armada pero que Comisaría Séptima no tomó la denuncia porque no pertenecían a su jurisdicción. “Estuvimos tratando con algunos papás desde las 6 de la mañana hasta las 8 que un móvil concurriera a un domicilio, y en Comisaría Séptima no nos tomaban la declaración. Fueron dos horas y lo dejamos así”, indicó.
Ante ello el jefe de policía, comisario general Luis Páez, dijo que están averiguando qué pasó. En este sentido, consideró que por este tipo de problemas puso a disposición de la ciudadanía su teléfono celular. “En las puertas de cada comisaria está en grande mi teléfono celular”, agregó, para que puedan llamarlo los vecinos a quienes no quieran atenderlos en las reparticiones policiales.
Al mismo tiempo consideró que “la orden que tienen es que aunque no corresponda a la jurisdicción, se tome la denuncia y luego se la gire, pero no se puede generar otro problema a la gente. Tomar la denuncia es una obligación”, finalizó.
Por su parte, Rosario Mercado, es una de las chicas asaltadas el fin de semana. “Nosotros estuvimos una hora y media llamando al patrullero. Fuimos a la Comisaría y nos largaron como si nada porque no teníamos en qué andar”, expuso. La joven tiene 21 años y estaba con seis amigos a la salida del boliche Black Point. “Estaba con mis amigos, como de costumbre ningún taxi nos quería levantar porque eramos siete. La gente comenzó a irse y mientras tanto la Policía no deja permanecer en la puerta. Nos dijeron que circulemos y nosotros ibamos más allá, para la zona del descampado”, relató.
Eran cuatro varones y tres chicas, de entre 18 y 21 años. “Dos encapuchados vinieron caminando, uno de ellos tomando un licor de chocolate y nos mostró un arma diciéndonos que les demos todo lo que teníamos”, contó.
“A uno le apuntó en la cabeza, al otro en el pecho, a otra en el estómago y nos apuntaban por la espalda diciendo que no gritemos. A uno de mis amigos le quisieron robar las zapatillas y le pegaron con la culata del arma en la cabeza”, aseguró.
También ayer lunes hubo otro importante robo, esta vez en la ciudad de Chilecito. El hecho ocurrió alrededor de las 19.30 en calle Brasil del barrio Paiman, en una vivienda particular, de la familia de apellido Chanampe que tiene un negocio de venta de vinos.
Según la informacion policial “se encontraba solo un nieto del dueño, menor de edad”, que fue encerrado en un baño del lugar mientras le revolvían toda la propiedad. La familia Chanampe hizo la denuncia y consideró que el robo los afectó en alrededor de 150 mil pesos. El joven, nieto del damnificado, solo sufrió un golpe en la cara.