Un joven de 18 años llegó a disparar tres veces sin causar heridos. Según el forense, el chico padecía una crisis de delirio severa y su acción se habría debido a que, cuando vio lo que sucedió en Newtown, pensó que tenía que hacer lo mismo.
El pasado sábado, en la localidad uruguaya de Paysandú, la policía logró reducir rápidamente a un joven en un incidente que no tuvo heridos. Según explicaron personas allegadas, estudiaba en la Universidad del Trabajo del Uruguay, era un “buen estudiante, sacaba buenas notas pero no se integraba con los demás, siempre estaba en su mundo“.
El experto forense que lo examinó determinó que padecía “una crisis de delirio severa”. Tanto es así, que el supuesto culpable llegó a dar varias versiones distintas sobre el móvil de su acción; una de ellas fue que “cuando vio lo que sucedió en Estados Unidos, pensó que tenía que hacer lo mismo“, en alusión al asesinato de 27 menores en una escuela de Newtown, en Conneticut (EEUU).
El estudiante uruguayo se dirigió a la UTU, pero al darse cuenta de que el establecimiento estaba cerrado por ser sábado, caminó hasta el edificio de Servicios Centralizados de Comepa, una clínica privada. Una vez allí, entró en el baño e hizo un primer disparo para asegurarse de que el arma funcionara. El segundo disparo fue contra un policía retirado que se acercó hacia él; la bala le pasó cerca de la cabeza. El tercero impacto fue contra el techo, cuando ya se estaba evacuando a los pacientes del lugar. Finalmente, la policía lo detuvo antes de que continuara con el ataque.
En una segunda declaración, el joven afirmó que su intención era suicidarse. En una tercera, dijo que era un discípulo de Bin Laden, que éste está vivo y que sigue engañando a todos. El joven fue trasladado a una clínica psiquiátrica, donde permanecerá con custodia policial hasta determinar su estado de salud mental.