Un trabajador japonés ha denunciado a su empresa por supuesto acoso tras la vuelta de sus permisos de paternidad.
Un japonés de 38 años ha presentado una demanda contra su empresa por presunto acoso después de tomar una baja por paternidad. Se trata de un caso histórico que puede remover los cimientos de la cultura corporativa de Japón.
Según informa CNN, este japonés, cuya identidad no se ha hecho pública, ha denunciado al fabricante de ropa deportiva Asics por marginarle en su trabajo tras regresar de sus bajas paternales, en los años 2015 y 2018.
El juicio, que se ha iniciado este jueves, es uno de los primeros en abordar el tema del acoso por motivo de la paternidad en Japón, donde la cultura laboral dicta que los empleados varones han de trabajar largas jornadas y poner su lealtad a la compañía por encima de su propia familia.
Solo el 5% toma baja paternal
No obstante, la ley laboral japonesa otorga, tanto a mujeres como a hombres, un año de licencia tras tener un hijo. Tanto ellos como ellas no tienen garantizado que su empresa les pague durante ese tiempo, pero si pueden recibir compensaciones económicas por parte del estado.
A pesar de esto, y según datos del propio gobierno japonés, sólo el 5 por ciento de los padres que tenían derecho a ello, se cogieron la baja de paternidad durante el año 2017.
Dentro de ese 5 por ciento estaba este japonés, que tras los nacimientos de sus hijos, en 2015 y 2018, decidió tomar licencias de seis semanas y trece meses, respectivamente (Asics concede hasta dos años a sus trabajadores).
“Esta fue una elección natural para mí”, ha declarado a CNN. “Quería cuidar de mi recién nacido y ver cómo crecía. También quería proteger a mi esposa de la depresión post parto”. Sin embargo, y según su acusación, la compañía tomó represalias contra él.
Transferido al almacén
El trabajador, que se dedica a las ventas y al márketing, sostiene que tras volver de su primera baja fue mandado al almacén de una compañía subsidiaria y encargado de trabajos manuales, que alega que le provocaron una lesión en el hombro.
Posteriormente, fue transferido a un trabajo de oficina. “Me asignaron que llevara a cabo investigaciones sobre los derechos de las personas con discapacidad en el lugar de trabajo y para traducir las reglas de la empresa al inglés, dos áreas en las que no tengo experiencia ni soy experto”, ha indicado.
Tras volver de su segundo permiso de paternidad, la cosa no mejoró, lo que hizo que el trabajador se sintiera totalmente desplazado para que renunciara. “El trabajo al que fue transferido no era para el que lo contrataron y esto es un caso de acoso muy claro, como castigo por disfrutar de su licencia de paternidad”, ha declarado su abogado Naoto Sasayama. El trabajador reclama a la empresa 37.000 euros en concepto de compensación.
Asics, por su parte, niega las acusaciones y lamenta haber tenido que llegar a juicio.“Hemos estado negociando con el representante legal del empleado, así como con varios sindicatos a los que pertenecía”, dijo la compañía en un comunicado. “Consideramos lamentable que no hayamos llegado a una solución final y esperamos aclarar los hechos en los tribunales”.