Tres aficionados desentrañan una carta del autor de una treintena de asesinatos en la bahía de San Francisco en los años sesenta, unos crímenes que continúan sin esclarecerse.
Un mensaje del asesino del Zodiaco, el criminal en serie nunca atrapado que mató a cinco personas y se atribuyó otros 32 asesinatos en California, ha sido descifrado 51 años después por un grupo de aficionados que logró desentrañar la carta enviada hace medio siglo al diario The San Francisco Chronicle, según informó el rotativo el viernes. Entre 1968 y 1969, el asesino del Zodiaco —de quien aún no se ha esclarecido la identidad— aterrorizó con sus crímenes a toda el área de la bahía de San Francisco y envío varias cartas cifradas al periódico, tal y como relata Zodiac (2007), la exitosa película de David Fincher.
Los investigadores consiguieron atribuirle siete víctimas, dos de las cuales lograron sobrevivir a su ataque. A pesar de que la policía siguió la pista a muchos sospechosos, nunca pudo identificar al autor de los crímenes. Una de estas cartas es conocida como “340” —bautizada así por el número de caracteres que contiene— y su código se había resistido a los investigadores hasta que tres aficionados en Estados Unidos, Bélgica y Australia han logrado descifrarlo recientemente.
“Espero que lo estéis pasando muy bien tratando de atraparme. Ese que salió en televisión no era yo. No me asusta la cámara de gas porque me enviará al paraíso lo antes posible. Ahora tengo los suficientes esclavos que trabajen para mí mientras que el resto del mundo no tiene nada”, señala la carta descifrada. “Así que les asusta la muerte. A mí no me asusta porque sé que mi nueva vida será fácil en la muerte paradisíaca”, concluye. La misiva llegó a la redacción del The San Francisco Chronicle en noviembre de 1969 y medio siglo después ha sido desentrañada por el estadounidense experto en cifrados David Oranchak —que llevaba trabajando en las misivas del asesino del Zodiaco desde 2006—, el matemático australiano Sam Blake y el belga Jarl Van Eykcke.
Por su parte, la oficina en San Francisco del Buró Federal de Investigaciones (FBI) confirmó la validez del descifrado y recordó que el caso sigue abierto, ya que el asesino nunca fue detenido. Según contó Oranchak, la solución al cifrado consistió, además de en asignar una letra a cada símbolo, en entender que las palabras no estaban escritas de forma lineal con una letra inmediatamente detrás de la otra, sino que respondían a un patrón diagonal.