En el condado de Manatee, en la costa oeste de Florida, un niño de seis años fue hospitalizado con heridas en el cuello y otras partes del cuerpo tras haber sido atacado por un perro de la raza Pit Bull.
El perro pertenece al dueño de la vivienda donde el niño y su madre, Tamara Starkey, de 24 años, se alojaban. El ataque ocurrió el pasado domingo mientras la madre lavaba la ropa en la parte trasera de la casa y su hijo se hallaba solo en la cocina
Cuando ella regresó a la cocina, vio al perro mordiendo a su hijo y comenzó a golpearlo para que soltara al niño. El propietario del animal también la ayudó para evitar que el perro siga mordiendo.
Dave Bristow, portavoz de la policía del citado condado, le dijo a EFE: “afortunadamente, el chico está en condición estable y se recupera de las heridas sufridas por los mordiscos del perro. El animal se encuentra en estos momentos bajo custodia del servicio y control de animales del condado, que investiga los hechos”.
Es el segundo caso de perros que atacan niños en Florida. El primero hecho sucedió a principios de abril en Pensacola, cuando Tyler Jett, un niño de siete años, murió a causa del ataque de dos bulldogs que lo agredieron mientras andaba en bicicleta frente a su casa.