Las rescató la Policía por la denuncia de un vecino. Les prohibía salir sin él y cuando se iba las dejaba encerradas.
Un pastor de 37 años fue acusado por violencia de género después de que su pareja denunciara el sometimiento físico y psicológico al que estaba sometida junto a tres hija de entre 17 y 10 años. Según fuentes de la investigación, las tenía cautivas, nos las dejaba salir sin su compañía.
El acusado se llama Orlando Lara y fue detenido durante unas horas, acusado formalmente, pero luego quedó en libertad. Le impusieron una restricción de acercamiento a su esposa y sus hijas. El caso ocurrió en Eduardo Castex, un pueblo del norte de La Pampa ubicado al borde de la ruta nacional 35.
La primera advertencia la dio un vecino. “Fue una llamada a la comisaría, hablando de violencia de género”, dijo el oficial Walter Schmidt, a cargo de la comisaría de Castex.
Cuando dos policías, entre ellos el propio Schmidt llegaron a la casa, la mujer reveló lo que sucedía. “Contó pocas cosas. Dijo que estaba distanciada de su esposo. Pero pudimos ver que era algo más y confirmó lo denunciado”, dijo Schmidt.
Al día siguiente, la mujer realizó una declaración de cuatro horas. Allí reveló que ella y sus tres hijas recibían sometimiento “físico, verbal y psicológico”, según consigna la denuncia policial.
El fiscal Marcos Sacco, a cargo de la acusación, dijo que “la mujer denunció violencia de todo tipo: sexual, económica, psicológica y física”. Precisó que “ella ahora no tiene secuelas físicas, pero relató que sufrió agresiones”. Y explicó que “hace unos 19 años que están casados. La mujer cuenta que desde el inicio de la relación sufre el sometimiento”.
La causa se inició con la llamada de una vecina. Después que la Policía fue a la casa de la mujer. La hermana de la víctima fue decisiva para que realice la denuncia.
Fuentes de la causa revelaron el tipo de sometimiento que sufría la mujer. “La aisló completamente. La mujer no salía sola nunca de la casa. Estaba casi encerrada. Y cuando había mucha tensión la llevaba él en la moto. Pero sola no hacía nada”, dijo un fuente judicial. “No las dejaba solas ni para sacar la bolsa de la basura. Si salían de la casa, lo hacían con él al lado de ellas”, señaló el oficial principal de la Policía Smith.
En su vida social el pastor tenía otra cara. En el pueblo dicen que incluso parecía un padre ejemplar. Incluso dicen que la nena del medio (de 15 años) tiene una relación más afectuosa, pero la de 10 años “está aterrorizada”. Y hace unas semanas a la madre le aconsejaron llevar a la nena a la psicopedagoga. “Pero ella se negó. Reconoce que era porque todo esto iba a salir a la luz”, dijo esa fuente con acceso a la causa.
La mujer no tenía amigas y el contacto con sus familiares cercanos era nulo. “Pero era tal el sometimiento que ella (la mujer) defendía esa forma de vida hasta hace pocos días”, dijo el fiscal Sacco.
Ahora Orlando Lara tiene restricción de acercarse a la mujer y a las hojas. Y se ordenó que la esposa tenga un botón antipánico.