La audiencia tuvo lugar en Washington y duró una hora. Un funcionario de Obama defendió por primera vez en forma oral la posición argentina.
En una audiencia en la que los fondos buitres y Argentina presentaron por primera vez sus argumentos ante la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, un representante del gobierno de Obama, Edwin Kneedler, defendió oralmente la posición argentina.
La que abrió el fuego fue la jueza demócrata Sonia Sotomayor, quien fue derecho al tema en discusión: si los fondos buitre tienen derecho a exigir información al Banco Nación y al Bank of America sobre los activos que Argentina tiene en el exterior.
Kneedler secundó al abogado de argentina Jonathen Blackman afirmando que exigir ese tipo de información viola el acta de inmunidades extranjeras.
Los jueces John Breyer y Antonin Scalia quisieron saber por qué. Y a partir de ese momento, todos los miembros de la Corte -excepto el republicano Clarence Thoma, que no abrió la boca- actuaron como abogados del Diablo. Cuando hablaron Blackman y Kneedler, demolieron sus argumentos haciéndoles todo tipo de preguntas capciosas. Pero luego, cuando tomó la palabra el abogado de los fondos buitre Ted Olson, hicieron exactamente lo mismo. A tal punto, que fue difícil determinar por cuál de las partes se están inclinando.
La audiencia, que se inició a las 10 de la mañana y duró una hora exacta, originó tanta expectativa que la sala estaba repleta de abogados, funcionarios y especialistas. Durante la presentaciones, el público se mantuvo totalmente en silencio. Pero a la salida un grupo de abogados y jueces argentinos que asistieron a la audiencia en el marco de un viaje organizado por la Universidad Austral y el CSIS, se mostraron muy animados. “Es imposible determinar quién puede ganar este juicio” dijo a Clarin Carlo Regunaga, uno de los organizadores del viaje que incluirá visitas a todo tipo de instituciones en Washington.