Don Mario comenzó a vender semillas de soja para diez empresas de ese país.
Luego de varios años de prepararse, la empresa de semillas Don Mario comenzó a vender sus semillas de soja en los Estados Unidos, el mercado más importante del mundo para ese negocio, que mueve más de US$ 2000 millones y donde compiten empresas de la talla de Monsanto, Dow, Dupont y Syngenta.
Las semillas de la firma local, que tiene sede en Chacabuco, empezaron a llegar este año a diez compañías norteamericanas con las que cerró acuerdos de licencia.
En rigor, tras años de ensayos en más de una veintena de ciudades de los Estados Unidos, esas empresas con licencias de la semillera argentina comenzaron a recibir las semillas para multiplicarlas. Se están multiplicando esta campaña para que en la próxima siembra los agricultores estadounidenses la siembren. En esta etapa la venta directa al productor la harán esas firmas con licencias, no Don Mario.
Don Mario está entre los principales jugadores del mercado argentino de soja y del Mercosur. En rigor, el 30% de la semilla fiscalizada (15 millones de bolsas) de este cultivo que se vende en el Mercosur es de esta empresa.
Según expresó a LA NACION Gerardo Bartolomé, su presidente, la empresa calcula que en este primer año van a llegar a EE.UU. unas 100.000 bolsas. Es un volumen chico para la magnitud de ese mercado, donde se siembran casi 34 millones de hectáreas, pero emblemático porque marca el arribo a esa plaza. “Este año empezamos a vender lo que se llama semilla básica y eso marca un hito. Es el comienzo de la licencia con esas empresas, que la van a reproducir para que en la campaña de 2017 esté en las manos de los productores norteamericanos”, contó Bartolomé.
El semillero está mudando a Indiana a su actual gerente en Brasil, Santiago Schiappacasse, para que lidere el negocio en los Estados Unidos. Las semillas de la empresa se van a difundir en Estados al sur del corn belt (el denominado cinturón sojero-maicero de los Estados Unidos) que hacen en torno del 30% de la soja en ese país. Mientras las semillas se van a multiplicar para que estén en las manos del agricultor norteamericano en la próxima campaña, la firma ya está preparando el siguiente paso. Quiere tener en algún momento marca propia en ese mercado.
En tanto, en la Argentina la empresa está desembolsando un millón de dólares en una planta de procesamiento de semilla de soja en Charata, Chaco. Allí invierte en una cámara de frío y equipo para enfriar la semilla. En el país, tras la rebaja de retenciones y la quita de las trabas para exportar los productores están apostando a una mayor siembra que significa más demanda para las empresas semilleras como Don Mario, entre otras.
Toda la industria semillera viene de un momento difícil, en el que perdió 1000 empleos sobre una dotación de 8000.