El agresor era un profesor que había buscado sin éxito un trabajo en el centro universitario, según Associated Press.
Otra vez se paró el tiempo en Estados Unidos. La Universidad de Nevada, en Las Vegas, se convirtió en el último escenario de la violencia armada. Al menos hubo tres víctimas mortales y un herido muy grave, según confirmó la policía la madrugada del jueves (hora española). El pistolero, que fue abatido por los agentes, era un profesor que había buscado sin éxito un trabajo en el centro universitario, dijo a la agencia Associated Press una fuente vinculada a la investigación. Había trabajado anteriormente en la Universidad de Carolina del Este en Carolina del Norte.
Si la policía no hubiera matado al atacante, “se podrían haber perdido innumerables vidas adicionales”, dijo elsheriff Kevin McMahill en una conferencia de prensa. “Ningún estudiante debería tener miedo de perseguir sus sueños en un campus universitario”, añadió.
Estudiantes y profesores aterrorizados se refugiaron en aulas y dormitorios mientras un hombre armado deambulaba por los pisos de un edificio de la Universidad de Nevada, que cuenta con 30.000 estudiantes matriculados.
El ataque fue el peor tiroteo en la ciudad desde octubre de 2017, cuando un hombre mató a 60 personas e hirió a más de 400 al abrir fuego desde la ventana de una habitación del casino Mandalay Bay, en el famoso Strip de Las Vegas, a solo un par de millas de el campus de la UNLV. Las lecciones aprendidas de ese tiroteo, el más mortífero en la historia moderna de Estados Unidos, ayudaron a las autoridades a trabajar “sin problemas” para reaccionar ante el ataque de la UNLV, dijo el sheriff.
Una vez abatido el atacante, el sheriff recalcó que “no hay más amenaza para la comunidad”. En redes sociales habían viralizado mensajes de que había un segundo pistolero.
En los momentos de incertidumbre, la policía instó a que los ciudadanos evitasen la zona, mientras que la propia universidad advirtió a sus alumnos de que la alerta recibida no era un simulacro y que corrieran, se escondieran o luchasen en caso de hallarse con el agresor.
El portavoz de la Casa Blanca recalcó que el presidente Joe Biden seguía de cerca esta nueva muestra de la epidemia de las armas.
Por otro lado, la policía de Austin (EE.UU.) anunció este miércoles el arresto de un hombre que al parecer está vinculado con una serie de tiroteos que ocasionaron este martes la muerte de al menos seis personas, y heridas a otras tres, incluidos dos policías, en dos condados de Texas.