No solo prolonga la supervivencia global de los pacientes sino que también retrasa el avance de la enfermedad, y lo hace con muy pocos efectos secundarios.
Un medicamento desarrollado hace 50 años y abandonado porque era demasiado tóxico podría tener una ‘nueva vida’. La trifluridina, al que se le añade un agente que lo potencia, prolonga la supervivencia de pacientes con cáncer colorrectal metastásico que habían agotado los tratamientos estándar disponibles.
La investigación, desarrollada en el Instituto del Cáncer Dana-Farber (EE.UU.), y publicado en «The New England Journal of Medicine», muestra que la combinación farmacológica -administrada como una sola pastilla conocida como TAS-102- no solo prolonga la supervivencia global de los pacientes sino que también retrasa el avance de la enfermedad, y lo hace con muy pocos efectos secundarios. Los resultados son especialmente importantes debido a que la mitad de los pacientes acababa de terminar el tratamiento estándar sin obtener apenas beneficios.
El ensayo, en el que ha participado centros de EE.UU. Europa, Asutralia y Japón, entre los que se encuentra el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, es un estudio de fase 3 que reclutó a 800 pacientes con cáncer colorrectal metastásico que fueron empearando a pesar del tratamiento. Los participantes fueron asignados al azar para recibir TAS-102 o una pastilla de placebo.
Más de dos meses
Los resultados mostraron que el nuevo medicamento alarga la supervivencia de los pacientes: de 7,1 meses para los que recibieron TAS-102, frente a 5,3 meses para los que tomaron un placebo. Aunque estas cifras pueden parecer pequeñas, el hecho de que se produjeron en pacientes cuyo cáncer ya no responde a otros tratamientos sugiere que TAS-102 es una promesa real como un tratamiento para la enfermedad.
El componente de TAS-102 que mata las células del cáncer es la trifluridina, un agente que se integra en el ADN de las células del cáncer; sin embargo, resultó ser demasiado tóxico para los pacientes cuando se administraba en las dosis necesarias para matar las células cancerosas. Hace unos 15 años, la compañía Taiho Pharmaceutical comenzó a probar trifluridina en combinación con tipiracil clorhidrato, un agente que bloquea el metabolismo de trifluridina. La combinación permitió a la trifluridina ejercer su efecto beneficioso sin alcanzar niveles tóxicos, convirtiéndola así en una forma potencialmente útil de terapia contra el cáncer.
Los estudios clínicos iniciales en Japón en pacientes con cáncer colorrectal mostraron resultados prometedores, lo que llevó a los pequeños ensayos en EE.UU. Estos mostraron que el fármaco era bien tolerado en pacientes, lo que promovió el lanzamiento del ensayo de fase 3. El siguiente paso será probar TAS-102 en combinación con otros fármacos que se utilizanhabitualmente en combinación con 5-FU y comparar resultados, señala Robert J. Mayer, autor del trabajo.