Lo hizo el tribunal supremo de Pensilvania tras una investigación que cubre décadas de abuso sexual contra menores de edad.
Una vasta investigación de la Corte Suprema de Pensilvania en Estados Unidos halló evidencia creíble contra más de 300 curas abusadores e identificaron a más de mil víctimas menores de edad en décadas de abuso sexual encubierto por la Iglesia católica en ese distrito federal.
“Creemos que el número real (de niños abusados, incluidos aquellos cuyos dossiers se perdieron, o que nunca denunciaron por miedo) está en los miles”, señala el informe de 1.400 páginas sobre el abuso sexual de menores en todas las diócesis del estado de Pensilvania, a excepción de dos. “Para muchas víctimas este informe hace justicia”, dijo a la prensa el fiscal general de Pensilvania, Josh Shapiro, al resumir sus hallazgos.
Este caso se suma a las decenas de episodios similares de pedofilia que afecta a la Iglesia católica en casi todos los continentes. El tema es uno de los problemas más graves con los que debe confrontarse la curia romana liderada por el Papa Francisco.
El tribunal publicó este martes un informe de un gran jurado que documenta 300 supuestos casos de “sacerdotes depredadores” sexuales en seis diócesis, luego de haber investigado denuncias de abusos de menores.
El jurado explicó en el documento entre los menores perjudicados hay chicas. Muchas de las víctimas son adolescentes y preadolescentes. “Algunos fueron manipulados con alcohol o pornografía. A algunos les hicieron masturbar a sus agresores, o fueron manoseados por ellos. Algunos fueron violados oralmente, algunos vaginalmente, algunos analmente”, denuncia el texto.
El jurado detalló que para elaborar este documento ha escuchado el testimonio de decenas de testigos y ha revisado medio millón de páginas de documentos internos de las diócesis. En ese sentido, no descartó que el número real de víctimas ascienda a miles, ya que es posible que los registros de algunos menores se hayan perdido o que el afectado optara por mantener el silencio.
En el informe, el jurado criticó que todos los casos fueron dejados de lado por los líderes de la iglesia “que prefirieron proteger a los abusadores y a la institución, sobre todo”.
Como consecuencia del encubrimiento, casi todos los casos son demasiado antiguos como para ser juzgados, ya que la mayoría son anteriores al año 2000, aunque el jurado subrayó que ha emitido acusaciones contra un sacerdote de la diócesis de Greensburg y otro de la de Erie, que presuntamente ha estado abusando de menores en la última década.
En una rueda de prensa, el fiscal general del estado, Josh Shapiro, destacó que el informe detalla “un encubrimiento sistemático por altos cargos de la Iglesia en Pensilvania y en el Vaticano”.
Aparte de las diócesis de Greensburg y Erie, el resto de las afectadas son las de Scranton, Allentown, Harrisburg y Pittsburgh, todas ellas en Pensilvania. El pasado 1 de agosto, la diócesis de Harrisburg, una de las implicadas, publicó una lista de 71 religiosos y seminaristas, algunos de ellos ya fallecidos, “acusados” de abusos sexuales a menores desde 1940.