En desacuerdo con un secretario de la cámara inmobiliaria que había informado un 40% de subas para 2015, renunció el presidente de la entidad; duras acusaciones.
El celular del presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), Enrique Javier López, estallaba. Pero el directivo sólo se enteró de lo que estaba sucediendo cuando esa mañana escuchó en una radio a un periodista decir: “En las inmobiliarias son todos chorros”. Un secretario de la cámara, Tomás Marolda, le había dicho al diario Clarín que los propietarios pedían este año hasta un 40% de aumento para renovar los contratos de alquiler.
La discusión por la inflación, la falta de datos precisos sobre el alza de precios y sus consecuencias en el golpeado mercado inmobiliario comenzaban un raid que dejaría varias víctimas en el camino.
“Ese día me llegaron WhatsApps de clientes enojados diciendo que estaban rezagados con los precios”, contó López a LA NACION. “Los socios de la cámara y otras inmobiliarias me llamaban diciendo que se les caían los contratos”, agregó el directivo.
Esa misma noche estalló la interna en la cámara más representativa del sector, la CIA. En la reunión que todos los jueves hace la comisión directiva de la cámara, López presentó su renuncia en desacuerdo con los dichos de Marolda en los medios. Según López, su renuncia se debió a que no quería seguir en su cargo en medio de la enorme polémica que se generó por esas declaraciones. Tomó la decisión a pesar de que contaba con el apoyo de varios de los ex presidentes. En su lugar asumió Alejandro Bennazar, vicepresidente de la institución.
Pero el conflicto se extendió como reguero de pólvora. Luego de la reunión, López envió un correo electrónico incendiario a toda la comisión de la cámara anunciando su despedida de la institución y acusando una campaña en su contra. Allí descalificó los dichos sobre el impacto que había tenido la inflación en el precio de los alquileres y enumeró el sinfín de inconvenientes que habían generado a varias inmobiliarias y socios de la cámara las palabras del secretario en los medios.
En sus dichos a la prensa, Marolda había señalado tres factores que dispararon el valor de los alquileres. “El gobierno saliente soltó el control de precios, al tiempo que el gobierno entrante advertía sobre una devaluación, lo que disparó un aumento. Al asumir, el gobierno devaluó y los precios se remarcaron por segunda vez”, había dicho.
Lo cierto es que la cámara había presentado hacía unos días su informe mensual sobre el valor de los alquileres que elabora su especialista en estadísticas, Marcelo Satulovsky. El trabajo indicaba que los precios habían acumulado un alza anual de 29,7%. El ex presidente de la cámara Armando Pepe había informado a mediados de enero que la actualización para este año rondaría el 30%. Era el mismo porcentaje que estimaban en las inmobiliarias especializadas LJ Ramos y Sundblad Propiedades. Los analistas de la consultora Reporte Inmobiliario calcularon incluso que los valores de los alquileres habían llegado hasta 35%. Lo cierto es que, como consignó entonces LA NACION, 2015 tuvo alzas por encima de la inflación por primera vez en varios años.
Ante la consulta de este diario, Marolda se defendió, minimizó sus dichos y criticó duramente a López, al que acusó de no trabajar para la cámara y buscar prensa con su renuncia. “El tipo podía faltar hasta cinco veces a las sesiones del consejo directivo y no venía nunca. Por esto directamente lo vamos a expulsar”, amenazó el secretario.
“No hay ninguna camarilla -agregó Marolda-. Lo que está haciendo es de cuarta. Yo me lo paso trabajando hasta tres o cuatro horas por día en la cámara. López es un tipo difícil e inestable, que encima tiene pánico escénico”
Un ex presidente de la cámara que pidió que no se mencionara su nombre criticó, en cambio, ante la consulta de este medio, a Marolda tanto por sus declaraciones a Clarín como por sus notas en C5N “sin el consenso del consejo directivo”.
“Ayer llamé a un cliente diciéndole que le había alquilado su oficina. Al principio estaba contento. Cuando le dije el precio y el porcentaje para los siguientes años, me dijo que no aceptara, que tenía que ser por el 40%”, se lamentó.