La policía pensó en primera instancia presentar cargos de asesinato, pero finalmente ha decidido acusarla de homicidio imprudente.
Pleasant Grove es una pequeña ciudad de 10.000 habitantes del estado de Alabama, en el sur de Estados Unidos. Allí vive Marshae Jones, una mujer de 28 años y que estaba embarazada de cinco meses cuando el pasado mes de diciembre se vio envuelta en una discusión. La pelea terminó a tiros y Jones recibió un disparo en el estómago que provocó la muerte del feto.
La oficina del sheriff del condado de Jefferson decidió entonces acusar a la mujer que la disparó, Ebony Jemison, de homicidio imprudente, pero un gran jurado desestimó el caso. Ahora, presentarán ante el gran jurado una segunda acusación, esta vez sobre la propia madre que perdió a su hijo, para que el gran jurado decida si debe ir a juicio, también por homicidio imprudente.
Según la versión de la oficina del sheriff, fue ella quien comenzó la disputa con otra mujer por el padre del bebé que esperaba. En declaraciones que recoge el New York Times, el teniente Danny Reid explica que “la única víctima verdadera en esto fue el bebé. Fue la madre del niño quien inició y continuó la pelea que provocó la muerte de su propio feto”.
El aborto de por medio
El caso ha generado una enorme polémica en todo el país y se produce apenas unas semanas después de que el estado de Alabama firmara una de las leyes antiabortistas más duras de todo Estados Unidos. Además, reconoce al feto como víctima en situaciones de violencia contra las mujeres, agresiones o ataques criminales.
Para la Asociación Nacional del Aborto se trata de un claro caso de racismo. En su cuenta de Twitter han explicado que “así es como las personas, especialmente las mujeres de color, están siendo castigadas y se están criminalizando sus embarazos”. Varios grupos han acudido en defensa de la mujer, que tras ser detenida ha podido salir bajo fianza tras pagar 50.000 dólares.
La policía pensó primero en acusarla de asesinato, pero finalmente ha decidido presentar cargos por homicidio imprudente. Según el teniente Reid, “cuando una mujer embarazada de cinco meses inicia una pelea y ataca a otra persona, creo que tiene alguna responsabilidad en cuanto a cualquier lesión que provoque a su feto. Ese bebé depende de su madre para tratar de evitar que sufra daños, y no debe buscar altercados físicos innecesarios”.