Se trata de la firma Fonterra. También están interesadas la francesa Lactalis y la mexicana Lala. De las 12 plantas procesadoras que le quedan a SanCor, hay sólo ocho en funcionamiento.
La cooperativa neozelandesa Fonterra busca quedarse con SanCor y es hasta ahora la más firme candidata, aunque desde la láctea argentina insisten en que no hay nada decidido en una puja donde también intervienen la francesa Lactalis y la mexicana Lala.
A pesar de que en la Argentina ya analizan la compra seis auditores de Fonterra, fuentes de SanCor aseguraron que todavía no se dio ingreso a empresa alguna, que sea posible compradora, a revisar los papeles de la cooperativa de Sunchales, Santa Fe.
En tanto, el interés principal de la mayor exportadora global de lácteos y referente del mercado internacional estaría en la marca y en algunos de los activos de la cooperativa argentina, como es la planta de Sunchales.
Según trascendió de uno de los bancos acreedores de SanCor, el obstáculo para concretar una asociación o venta pasa porque los futuros compradores exigen otro régimen laboral.
Sobre ese tema trabajan los Ministerios de Agroindustria y de Trabajo, junto al sindicato de lecheros Atilra, y su jefe Héctor Ponce quien, frente a la posibilidad de que muchos queden en la calle, flexibilizaría posturas.
SanCor es crucial en el interior con sus 16 plantas, la mayoría en Córdoba, algunas en Santa Fe y casi todas en pueblos que viven de la cooperativa.
Es un proceso que está abierto y todavía están en carrera otras dos empresas como la francesa Lactalis y la mexicana Lala.
Las negociaciones se deberán someter a la voluntad de los asociados de la cooperativa el modelo de negocio que quede planteado, por lo que la resolución no es tan sencilla”, dijo Pedro Morini, secretario de Santa Fe de Lechería, en declaraciones radiales.
De las doce plantas procesadoras que le quedan a Sancor, hay sólo ocho en funcionamiento, mientras que las otras cuatro están paradas y en venta.
La láctea argentina, para Morini, recuperó algo de leche cruda para procesar y ya llegaría a 1,2 millones de litros por día, pero está muy lejos todavía de su capacidad instalada, que es de cuatro millones.
Fonterra analiza quedarse con SanCor porque además es dueña de Soprole (Sociedad de Productores de Leche) en Chile, pero ese país es deficitario en cuanto a su abastecimiento interno: con la compra de la empresa argentina podría compensar ese faltante.
Las estimaciones de cuál será el precio que hay que pagar por lo que queda de SanCor oscila entre los 200 y 400 millones de dólares. Pero la cuestión es que la deuda total de la firma suma unos 5.000 millones de pesos, lo que significa cerca de u$S 300 millones.
Fonterra es el primer exportador de leche del mundo y el cuarto productor del planeta: los tamberos neozelandeses aportan a la empresa 16.000 millones de litros de leche por año, y representan al 90% de los productores lácteos de ese país de Oceanía.Con la leche genera el 25% de las ventas totales de Nueva Zelanda y la producción que tiene le aporta a las zonas rurales de ese país unos 8.000 millones de dólares por año.
Opera en más de 140 países del mundo y posee un plantel de 22.000 empleados; sus productos llegan a 1000 millones de personas y en 2016 registró ingresos superiores a los US$ 12.000 millones.
Fuera de Nueva Zelanda, tiene una importante presencia en Australia, donde produce 1700 millones de litros de leche por año, con 1100 productores proveedores.
En Brasil, la firma mantiene una sociedad con Nestlé que se disolvió el otros países, que recoge y procesa 3.000 millones de litros al año.
Mientras que, entre otros mercados en China sus marcas están disponibles en más de 13.000 comercios y además, allí posee 1500 empleados y dos centros de producción con más de 300 millones de litros por año.
Además de Fonterra, está interesada la mexicana Lala, la número uno en Centroamérica con 163 centros de producción y distribución y la francesa Lactalis, otra récord del sector, que factura US$ 20.000 millones que maneja marcas como Parmalat, Lactel, y Celia, entre varias más.