En promedio egresan unos 10 geofísicos por año, un número que ni siquiera cubre la demanda de la industria petrolera.
“Se necesitan 10 geofísicos recién graduados para importante empresa. Sueldo inicial de $25.000. Estabilidad y progreso laboral garantizados”.
Si ese aviso imaginario se publicara en todos los periódicos del país, de la Quiaca a Ushuaia, la demanda que conlleva no podría ser cubierta. Literalmente. Es que “la cantidad de geofísicos que se reciben por año está muy por debajo de lo que requiere la industria, y esa necesidad no sólo se mantendrá sino que va a crecer a partir de la actividad de Vaca Muerta”, advirtió el gerente de Educación de la Fundación YPF, Santiago Bellomo.
Los datos son contundentes. Y preocupantes. Por ello, la fundación de la petrolera estatal junto con las universidades nacionales pusieron en marcha una intensa campaña para fomentar el acercamiento de los jóvenes a una disciplina que la economía nacional pide a gritos.
“Los últimos datos del ministerio de Educación dicen que en el 2013 se inscribieron a universidades nacionales 425.650 personas; un 9%, es decir, poco más de 38 mil, lo hicieron en las ingenierías, un área que sigue siendo crítica. En las geociencias, que incluyen geofísica y geología, se anotaron 1.283, y de ese subtotal, apenas 80 lo hicieron en geofísica: eso representa un 0,01%”, resalta Bellomo.
Los números son más que elocuentes. Y ni hablar si se pasa al renglón de los egresados. Sobre “un total país de 117.000, se recibieron apenas 7.900 ingenieros, 210 profesionales de las geociencias y, entre ellos, 13 geofísicos”, señala el gerente de Educación de YPF y detalla que 5 se diplomaron en La Plata, 6 en San Juan y 2 en Bahía Blanca, los tres sitios donde se dicta la carrera.
El dato es lapidario si se tiene en cuenta que la industria no puede contar ni siquiera con esos 13 geofísicos, pues a ellos hay que restarles los que se vuelcan a la investigación, un fenómeno creciente en esa disciplina. Pero antes de entrar en ese terreno, vale decir que a falta de números exactos sobre la necesidad de profesionales de la geofísica, hay una cifra reveladora: entre enero y mayo de este año, solamente YPF incorporó a 36 personas al área de geociencias.
CONTRATAN ALUMNOS
El profesor de Geofísica General en el Observatorio y de Geofísica -a secas- en Ciencias Naturales, Luis Guarracino, dijo que “no existe un geofísico sin trabajo, incluso algunos son contratados cuando son alumnos avanzados”, un fenómeno que parecía ‘reservado’ a informática e ingeniería pero que ya llegó a la facultad del corazón del Bosque.
El docente enfatizó que “la industria del petróleo y el gas demanda geofísicos, y las proyecciones de Vaca Muerta indican que eso se profundizará, lo que ocurre (además de que son muy pocos los inscriptos y escasísimos los egresados) es que muchos se dedican a la investigación, algo bastante nuevo para la disciplina. Así, baja más aún el número de los que pueden ir a la industria”.
Ahora bien, más allá de los centros de investigación y de la actividad petrolera, el campo de acción de los geofísicos es muy amplio. Mucho más de lo que se cree.
Lo dice Soledad Lagos (25), una joven de Cutral Có, Neuquén, que ingresó al Observatorio en 2008 y en marzo del año pasado obtuvo la licenciatura en Geofísica con 9,86 de promedio. Mientras realiza el doctorado en el Conicet, comenta que al inscribirse “no tenía demasiada idea de cuál era la demanda de geofísicos ni de la gran variedad de campos en los que uno puede insertarse, que son muchísimos más allá de la industria del petróleo. Eso fue algo que fui conociendo de a poco, al charlar con docentes y estudiantes más avanzados, o a medida que fui progresando en la carrera”.
Guarracino destaca que “aquí nomás se está abriendo una instancia intermedia entre la industria y la investigación, con una enorme proyección”. Se refiere a Y-TEC, el gigante que se está levantando a la vera del camino La Plata-Berisso. La compañía conformada en un 51% por YPF y un 49% por el Conicet ya empleó a numerosos graduados del Observatorio, de Ciencias Naturales, Ciencias Exactas e Ingeniería. “Allí se desarrollarán líneas de investigación -entre muchas otras- sobre técnicas nuevas de extracción de recursos en yacimientos no convencionales, como el de Vaca Muerta”, explica el profesor.
“Siempre fue buena la demanda de geofísicos, pero ahora se podría decir que es demasiada, y hay un déficit”, dijo la decana del Observatorio, Alicia Cruzado, y alertó que “lo que sucede es que el ingreso se mantuvo en los niveles históricos, unos 50 anotados al año”, para luego confirmar que “se están perdiendo alumnos antes de que se reciban”.
La astrónoma no duda de que hubo un antes y un después de Vaca Muerta, pero lejos de hacer hincapié en ese punto, afirma que las salidas laborales fueron y son múltiples. “Petróleo, estudios sísmicos, meteorología, hidrología”, enumera.
El profesor Guarracino remarca que ese último campo ha crecido mucho. “Se piden geofísicos para detectar o analizar aguas subterráneas, la gran fuente de abastecimiento de agua dulce”.
Ahora bien, ¿dónde están y cuánto ganan los (pocos) geofísicos que hay en el país?
“El 90% o más trabaja en empresas petroleras o de procesamiento de datos sísmicos en la ciudad de Buenos Aires. El trabajo en el campo lo realizan principalmente técnicos, y el geofísico suele trasladarse por pocos días”, dice el docente, para añadir que “si una beca del Conicet ronda actualmente los 9 mil pesos, el sueldo inicial en una empresa duplica o triplica ese monto”. Se dice que va de los 20 a los 30 mil pesos para el que recién comienza.
COSAS DISTINTAS
En rigor, hay un gran requerimiento de profesionales de las geociencias (geología + geofísica), pero son cosas distintas (ver recuadro). Y el gerente de la Fundación YPF, Santiago Bellomo, apunta que “para la exploración y extracción de hidrocarburos a 2 mil o 3 mil metros de profundidad, como se trabaja en el sur, se requiere de un conocimiento muy sólido y preciso de las presiones, fuerzas, magnitudes propias de esas capas terrestres, lo cual es materia de geofísicos”.
¿Qué se está haciendo para atraer a los jóvenes? “A través de la web de la fundación promovemos de un modo muy amigable el acercamiento a las disciplinas que más se necesitan. Pero además contamos con publicaciones, incluso infantiles, y con un trailer que recorre el país difundiendo las carreras que requiere la industria”, dice Bellomo, quien apunta también que han puesto en marcha con las universidades “un programa de fortalecimiento para el mejoramiento de la carrera”, que se dicta en La Plata, San Juan y Bahía Blanca, donde es “nuevita”.
Ese plan incluye “la capacitación de docentes por parte de geofísicos con vasta experiencia en la industria, porque a veces no se enseña lo que luego se va a pedir; también estimula el intercambio de profesores entre las casas de estudios, y hay un programa de becas para los mejores promedios. De las 100 que se venían entregando ahora se hizo un cupo de 20 sólo para geofísica”, realza Bellomo.
Finalmente cuenta que “se organizarán jornadas intensivas de intercambio entre geofísicos de campo y alumnos avanzados y docentes para lograr una amalgama entre la industria y la academia”.
En nuestra ciudad también se viene trabajando. La novel graduada Soledad Lagos señala que “tanto desde la secretaría de Extensión de la facultad como por iniciativa propia de los estudiantes se están realizando diversas actividades de promoción. Un ejemplo fue la Semana de la Tierra que se hizo en el Planetario. Se acercaron alrededor de 1.200 personas. Esperemos que el número de ingresantes comience a crecer”, se esperanzó. “Los resultados de todo esto lo empezaremos a ver con la inscripción para el 2016”, acotó Alicia Cruzado.
Tanto Soledad como Gabriel Castromán, platense de 28 años que también está haciendo el doctorado en el Conicet, cuentan que decidieron estudiar Geofísica porque sentían una gran atracción tanto por la Matemática como por la Física, pero coinciden asimismo en que ninguno de los dos conocía la carrera en absoluto; quizás algo para reflexionar viniendo de dos brillantes egresados.
¿MUY DIFICIL? ¿O UN MITO?
Se dice que Geofísica “asusta” porque es vista como una carrera muy difícil. ¿Qué dicen Soledad y Gabriel? “Creemos que todos tenemos intereses diferentes y nos sentimos más cómodos con distintas cosas. Lo que a un abogado le resulta fácil a nosotros nos puede llegar a costar una vida aprenderlo. Es claro que para encarar una carrera como esta hay que tener interés por las ciencias exactas, pero estamos convencidos de que todo lo que hace falta es ganas”, subrayan. Y añaden un dato muy revelador a la luz de lo que está ocurriendo con quienes egresan de la escuela media y se anotan en la Universidad: “Ambos teníamos muchas dudas por el nivel de los conocimientos en matemática con los que salimos del secundario, pero la facultad ofrece cursos de nivelación donde uno puede armar la base necesaria para comenzar la carrera sin problemas. De ahí en más, todo depende del esfuerzo y la perseverancia”, puntualizan.
“Lo bueno de la geofísica es que cuando uno avanza en el conocimiento del tema se da cuenta de la gran cantidad de cosas para hacer que te brinda, y te permite elegir qué te gusta más”, expresa Gabriel.
El país necesita muchos geofísicos. Por ahora son muy pocos.