Gran despliegue en el campamento base tibetano de un equipo de científicos y alpinistas.
Una expedición científica de China no deberá lidiar, esta primavera, con alpinistas inexpertos en el Everest ni tendrá que sortear aglomeraciones para cumplir su misión: medir el techo del mundo. El coronavirus ha provocado que el Gobierno de Nepal cancelara todos los permisos para ascender la montaña más alta del planeta pero el chino ha alentado a que un equipo de investigadores se instalara en el campo base de la vertiente tibetana de la montaña para verificar si alcanza los 8.848 metros, la altura actualmente aceptada.
La noticia la ha lanzado la agencia oficial de noticias china, Xinhua, concretando que la formación, denominada Primera Brigada Topográfica-Geodésica, está integrada por 53 personas, entre alpinistas y científicos, que ya llegaron al campo base el pasado mes de marzo para iniciar los “trabajos preliminares de investigación”.
Citando al ministerio de Recursos Naturales, Xinhua concreta que se utilizará el sistema de navegación satelital chino Beidou, competencia del americano GPS, y otras herramientas tecnológicas para determinar la actual altitud del Everest.
La primavera, y en concreto el mes de mayo, es la época más propicia para intentar coronar su cima, que se alza entre Nepal y China. A principios de junio, la llegada del monzón lo complica todo, por lo que si las cosas van bien el ataque a cumbre se deberá producir en las próximas semanas, cuando llegue una ventana de buen tiempo y se considere que los expedicionarios están aclimatados.
El rotativo The Himalayan News apunta que en el operativo, además del citado ministerio de Recursos Naturales, también han participado el de Asuntos Exteriores, la Administración General de Deportes y Gobierno de la Región Autónoma del Tíbet.
La noticia de la medición llega unos días después de que la prensa del gigante asiático anunciara que esta temporada se esta desplegando la tecnología 5G en el Everest. Los planes eran que China Mobile y Huawei acabaran de instalar el pasado fin de semana antenas a 5.300, 5.800 y 6.500 metros. Dos grandes operaciones que han tomado juntas el Everest aprovechando la intimidad que ofrece la ausencia de alpinistas.
Todas las informaciones deben tomarse con suma cautela pues China notifica las novedades en cuentagotas y sin preciar demasiados detalles.
El pasado mes de mayo, poco después de que Nepal y China anunciaran que cerraban el Everest por la Covid-19, trascendió que una expedición liderada por chinos sí intentaría el ascenso. Semanas después se notifico que el 5G tomaba el Everest y ahora que la denominada Primera Brigada Geodésica y Topográfica procederá a medir de nuevo la montaña. Lo cierto es que las fotos difundidas el día 30 por la agencia Xinhua muestran un campamento base a rebosar, con furgonetas, coches y tiendas.