Fue ‘abandonada’ en un psiquiátrico al pensar que su enfermedad era incurable hasta que un equipo médico descubrió que padecía lupus.
Un curioso caso desvelado por ‘The Washington Post’ abre una ventana a la esperanza para muchos enfermos mentales del mundo. April Durrell, una mujer estadounidense que fue internada en un psiquiátrico en estado catatónico tras diagnosticarle esquizofrenia y psicosis, despertó 20 años después tras descubrir un médico que el mal que padecía era en realidad lupus.
La historia de April comienza en 1995 cuando estudiaba en la universidad. Era una chica normal, con muy buenas notas y un montón de amigos y familia que la querían. Pero un suceso traumático, que el medio de EEUU no ha querido desvelar, cambió su vida.
Por culpa de este episodio tuvo que ingresar en un psiquiátrico, donde le diagnosticaron esquizofrenia y psicosis. Comenzó entonces una espiral en la que dejó de hablar con los demás y tenía un comportamiento errático. Ya no reconocía a su amigos y familia, no era capaz de realizar casi ninguna tarea por sí sola y no dejaba que nadie tuviera contacto físico con ella. Poco después se quedó catatónica.
La catatonia es un síntoma que se produce en algunos casos de esquizofrenia. Cuando se desarrolla, el paciente entra en un estado de mutismo y de inmovilidad que deriva en muchas ocasiones en catalepsia. En este caso el enfermo entra en un estado vegetal en el que no reacciona a los estímulos pese a estar consciente. Así puede pasarse horas, días e incluso como en el caso de April, años.
En el año 2000 apareció en la vida de April el médico residente Sander Markx, hoy director de psiquiatría de precisión en la Universidad de Columbia. Según recuerda en ‘The Washington Post’: “Es la paciente más enferma que he visto nunca”.
Poco pudo hacer por ella en aquellos tiempos pero años después, en 2018, sus caminos volvieron a encontrarse. Markx reunió entonces a un grupo de 70 especialistas en neuropsiquiatría, neurología, neuroinmunología y reumatología que trabajaron en el caso de April.
Tras muchas pruebas e investigaciones dieron con la causa de su estado, el lupus. Descubrieron que pese a que no tenía síntomas físicos de esta enfermedad autoinmune, su cerebro estaba siendo atacado por ella justo en las zonas en las que se desarrolla la esquizofrenia y la psicosis.
Le diseñaron un tratamiento personalizado para tratar el lupus neuropsiquiátrico y comenzó a tener síntomas de recuperación. Tanto es así que en el año 2020 fue declarada mentalmente competente y abandonó el psiquiátrico para continuar su recuperación en un centro de rehabilitación.
Este caso que puede parecer un milagro no es más que la prueba de que muchos enfermos mentales que son desahuciados pueden tener una oportunidad para recuperar sus vidas. Y es que varias investigaciones actuales vinculan muchas enfermedades mentales con procesos inflamatorios y enfermedades autoinmunes.
Si estas teorías se demuestran, puede que los 20 años que April ha pasado ‘olvidada’ en un centro psiquiátrico sirvan para que muchos otros pacientes tengan un diagnóstico más certero que les permita acceder a una pronta recuperación y no ver así sus vidas paradas.