Investigadores suizos desarrollan una tecnología implantable en la médula espinal que se puede conectar con distintos dispositivos robóticos. Se ha probado en nueve pacientes.

Un equipo internacional dirigido por científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) ha desarrollado una neuroprótesis implantable en la médula espinal que se puede conectar con distintos dispositivos robóticos para permitir el movimiento en personas que han sufrido una lesión medular.
La tecnología, cuyos detalles se publican en el último número de Science Robotics, ha mostrado su utilidad en nueve pacientes con lesión medular. El dispositivo les permitió, mediante su conexión con un robot, recuperar la marcha o el uso de una especie de bicicleta de forma asistida. Además, tal y como subrayan los investigadores en la revista científica, el aparato también contribuyó a promover la activación neuromuscular en los pacientes, algunos de los cuales sufrían una completa parálisis a causa de sus lesiones medulares.
Varios de los participantes en el estudio experimentaron incluso una recuperación del control sobre músculos que antes no podían mover cuando la neuroprótesis estaba apagada, lo que sugiere que el dispositivo podría promover la recuperación neurológica tras el uso del robot en actividades de rehabilitación.
La neuroprótesis, señalan los científicos, puede conectarse con cualquier dispositivo robótico e incluye sensores de movimiento y fuerza, así como un software para controlar los impulsos eléctricos necesarios para diferentes actividades.
Aunque la tecnología todavía es solo una prueba de concepto, los científicos señalan que cuatro de los pacientes estudiados que se sometieron a un programa de rehabilitación basado en este dispositivo pudieron recuperar cierta capacidad de marcha sin la asistencia robótica al final de la intervención. Estos pacientes fueron capaces de controlar músculos que tenían paralizados por la lesión incluso cuando el dispositivo estaba apagado.
En su artículo, los investigadores señalan que se necesitan ensayos clínicos para averiguar qué mecanismos biológicos permiten los avances observados.
Para Eduardo Fernández, director del Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández de Elche y director del grupo de Neuroingeniería Biomédica del Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN) «se trata de un trabajo muy bien diseñado y de gran calidad», ha señalado en declaraciones a SMC España. La investigación ha sido coordinada por Grégoire Courtine, muy conocido por sus investigaciones para restaurar la función motora en pacientes con paraplejia y tetraplejia.
«La terapia de rehabilitación de la marcha juega un papel crucial en la recuperación de personas que han sufrido lesión medular», señala el investigador, quien subraya que las técnicas que se utilizan habitualmente, que combinan ejercicios específicos, el uso de dispositivos de asistencia y, en algunos casos, tecnologías que implican exoesqueletos y sistemas robóticos avanzados, «muchas veces no consiguen activar todos los músculos de una manera suficiente, lo que limita la recuperación».
La estimulación eléctrica epidural de la médula espinal, continúa, sí que puede activar, de manera muy específica, las neuronas motoras que mueven las piernas, «pero desgraciadamente esto tampoco es suficiente en las lesiones más graves». Y es aquí donde la propuesta de los investigadores suizos puede marcar un punto de inflexión. «Los investigadores combinan la rehabilitación de la marcha con ayuda de robots y la activación muscular coordinada con un dispositivo de estimulación eléctrica epidural para potenciar al máximo la activación de los músculos durante la rehabilitación de la marcha».
Para que esta aproximación funcione, explica Fernández, «se necesita que ambos sistemas se encuentren perfectamente sincronizados. El sistema de estimulación de la médula espinal debe ser capaz de enviar señales eléctricas en el momento exacto en que el robot lo necesita, y adaptarse a diferentes tipos de robots y entornos de rehabilitación». Los resultados con los nueve pacientes que lo han probado «sugieren que esta nueva aproximación es capaz de acelerar los resultados de la rehabilitación», indica.
En cualquier caso, Fernández recuerda que «se trata de un estudio preliminar de prueba de concepto».
«Aunque los resultados son prometedores, es importante destacar que no hay un grupo control ni se trata de un ensayo aleatorizado. Tenemos que ser conscientes de que todavía hay que realizar más estudios clínicos y con un número suficiente de participantes. Estos estudios nos permitirán confirmar la validez de los resultados, evaluar el impacto a largo plazo de este tipo de aproximación terapéutica y determinar qué grupos de pacientes se podrían beneficiar más de esta nueva estrategia. Además, hay que desarrollar tecnologías que simplifiquen la comunicación entre ambos sistemas y poder ajustar con precisión las características de la estimulación eléctrica para cada paciente, personalizando el tratamiento y maximizando los beneficios».
El futuro es esperanzador y debemos estar preparados para poder utilizar los resultados de estas investigaciones para mejorar la calidad de vida de los pacientes con lesiones de la médula espinal. Sin embargo, es necesario avanzar poco a poco y no generar falsas expectativas», concluye.