El Observatorio Europeo de Drogas y Toxicomanías (OEDT) alertó sobre el avance de nuevas drogas sintéticas producidas en cantidad en China e India y distribuidas en Europa.
Se estima que cada semana aparece una nueva droga en algún país europeo. Durante el 2012 se detectaron 73 tipos de drogas, casi el doble que las identificadas el año anterior.
Son pequeñas variaciones de sustancias ya conocidas, pero mantienen sus propiedades estupefacientes. Como se trata de moléculas nuevas, los traficantes consiguen un producto que aún no está en las listas de los psicoactivos prohibidos.
Se trata de sustancias más baratas y que, en tiempos de crisis, tienen mayor demanda. En una página web, por ejemplo, se puede comprar a menos de 10 euros la pastilla sustitutiva de las anfetaminas o el éxtasis, o a 40 euros el gramo de la alternativa a la cocaína. Los precios son un 20% menores que los originales.
“A veces la gente no sabe lo que se está tomando”, denuncia Ana Gallegos, responsable del Sistema de Alerta Rápida de detección del OEDT. Según Julia González, responsable del Observatorio Español sobre Drogas, en Europa los estupefacientes se persiguen solo si están registrados en la lista correspondiente. Son los “productos bajo fiscalización” y el sistema funciona por medio de listas cerradas; “si algo no está en esa lista, no es ilegal”.
Por ejemplo, de las 73 drogas artificiales detectadas en el último año, 30 eran cannabinoides sintéticos. Otras pertenecían al grupo de las anfetaminas y, por último, están las sustancias de uso psicoactivo aunque tengan otra utilidad, como los fertilizantes o sales de baño.
El truco de los tranficantes está en los dos primeros grupos, ya que sólo con cambiar un átomo de la molécula se obtiene una sustancia oficialmente distinta no incluida en la lista de las prohibidas. “El mercado es ilegal, pero no es idiota”, dice González. Luego de identificarlas, el proceso es informar al Observatorio Europeo, que transmite la información a los países. Una vez evaluados los efectos, se incluye a los estupefacientes en las respectivas listas de sustancias fiscalizadas, en un plazo no mayor a un año. Durante ese tiempo, las nuevas drogas son comercializadas, ya que no están oficialmente prohibidas.
El año pasado, una nueva sustancia denominada 5-IT o 5-2-aminopropilindol, derivada de la anfetamina, causó la muerte a 21 personas en seis meses en cuatro países distintos: Inglaterra, Alemania, Suecia y Hungría. “El problema es que no se sabe lo que están tomando y tampoco, claro está, en qué dosis: algo que en una dosis puede no es mortal lo es en otra”, explica la especialista Ana Gallegos. Y agrega que el consumo de drogas “es una de las principales causas de mortalidad entre jóvenes en Europa, tanto directamente como por enfermedades relacionadas, accidentes, actos de violencia o suicidios“. En 2011, se registraron en el Viejo Continente al menos 6.500 casos de muerte por sobredosis. En tres de cada cuatro casos mortales, siempre hubo componente de heroína mezclado con otras sustancias tóxicas. En otras palabras, son 20 muertes por sobredosis por cada millón de personas. Pero países como Estonia, Noruega, Finlandia o Reino Unido están por encima de esa media.
“Cuando hablamos de sobredosis nos referimos a muertes por sustancias conocidas. Estas nuevas sustancias, en muchos casos, son indetectables. A veces tememos que no quedan registradas en las autopsias. Es un problema al que estamos prestando mucha atención ahora”, explica João Matias, especialista en mortalidad del Observatorio de Drogas.