La abogada Débora Huczek forma parte de un grupo de letrados que está interviniendo para que no le reduzcan la pena a un violador serial que había sido condenado a 50 años. En la 99.9, destacó que “me gustaría preguntarle a los magistrados si se harían responsables de que este sujeto no volverá a delinquir y puede cumplir con las normas si logra la libertad”.
Los fallos de la justicia en distintos casos despiertan polémica. Recientemente, se dio a conocer uno donde la justicia federal pedía que se reduzca la condena de 50 años que le habían dado a un violador serial.
Una de las abogadas que intervino para que esto no suceda fue Débora Huczek que en la 99.9 habló sobre este tema y explicó los alcances que tendría una reducción de esta índole. “Los argumentos que planteamos defendiendo la condena de 50 años fueron receptados por otro tribunal de la casación penal, diciendo que la pena debe ser proporcional al daño inflingido a las víctimas. Una reducción sería injusta teniendo en cuenta esto”, dijo.
En el fallo intervino una jueza por lo que también entró en discusión las cosas que llevaron a una mujer a opinar que un violador merecía tener una pena menos. “No se deben tildar los conceptos de machistas o feministas. A pesar de que en el fallo esté presente una jueza, habrá estado convencida de lo que dictaminó y dejó a un lado su sexo. El fallo no deja de ser objetivo, los tribunales de casación no toman contacto directo con la víctima y el imputado, pueden dictar fallos alejados de la realidad”, remarcó.
El problema pasa por la responsabilidad que pueden asumir después aquellos que firman el fallo, una vez que el violador sea liberado y pueda reincidir. “Me gustaría preguntarle a los magistrados si se harían responsables de que este sujeto no volverá a delinquir y puede cumplir con las normas si logra la libertad. En este caso ya era reincidente, oportunidades tuvo más de una vez. Es un sujeto prácticamente irrecuperable”, sentenció Huczek.
Es muy difícil, por más que la justicia lo quiera intentar, asegurar que un violador cambie su condición de tal. “Por más esfuerzos que se hagan, si el sujeto no quiere cumplir con los parámetros sociales, el estado no puede obligarlo. El derecho penal es muy paternalista, este sujeto es peligroso porque sus actitudes lo demuestran no porque uno lo pre juzgue”, abundó la abogada.
Por último, aseguró que parte de lo que se vive hoy como inseguridad a nivel social, también tiene mucho que ver con las decisiones de los tribunales. “La magistrada parece que viviera en un mundo ajeno y no sintiera el temor que sentimos por la inseguridad y esa inseguridad tiene que ver con el mensaje que dan los jueces”.