La tasa consular, que grava las importaciones de Uruguay, subirá de 2% a 3% para los productos del Mercosur y 5% para los extra región, salvo México que está exento.
En Uruguay ya están en marcha dos iniciativas que aumentarán los costos para quienes quieran exportar a ese país, en especial productos de la industria alimenticia. Por un lado la ley anual que establece el presupuesto prevé aumentar la “tasa consular”, un gravamen sobre las importaciones, y por otro, está en período de consulta pública un proyecto de decreto del presidente Tabaré Vázquez que obligaría a incluir en las etiquetas de alimentos envasados advertencias sobre “cantidades excesivas” de sodio, azúcares o grasas.
En Uruguay, la Ley de Presupuesto es quinquenal y una Ley de Rendición de Cuentas adecua sus previsiones a cada año, al tiempo que ajusta impuestos. El proyecto para 2018 ingresó el martes de la semana pasada al Parlamento uruguayo y ya está en tratamiento en comisión. Habitualmente se aprueba en octubre. En esa iniciativa, el gobierno de Tabaré pretende aumentar de 2% a 3% el impuesto que grava las importaciones de productos de origen Mercosur, indicó Guzmán Ramírez, del estudio Bergstein y Asoc, de Montevideo.
Ese impuesto a las importaciones está vigente desde 2002, cuando fue implementado por el gobierno de Jorge Batlle, como medida provisoria ante la crisis económica que fue espejo de la que hubo en Argentina.
En 2008, cuando los gobiernos uruguayo y argentino, presididos respectivamente por Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner, enfrentaban serias dificultades en las relaciones bilaterales, y Uruguay se quejaba de los cortes de puentes y las trabas comerciales, Argentina reclamó a ese país en el ámbito de la Comisión de Comercio del Mercosur que dejara de aplicar la Tasa Consular a los productos de origen argentino, relató Ramírez.
Y Uruguay mantuvo en vigor el impuesto a las importaciones de productos del Mercosur, aunque el proyecto de ley de Rendición de Cuentas 2018 menciona la posibilidad de que, a partir de 2020, Uruguay comience a implementar un cronograma orientado a eliminar la Tasa Consular. Ello a través de una reducción progresiva de su alícuota de hasta 0,5% por año.
Ramírez recordó que el primer gobierno de Tabaré Vázquez en su momento también anunció su intención de eliminar la Tasa Consular en el año 2011. Y sin embargo, el impuesto sigue vigente en los hechos hasta el día de hoy.
“Llama la atención el momento elegido por Uruguay para adoptar dicha medida. En 2012, la Organización Mundial del Comercio (OMC) recomendó a Uruguay eliminar la Tasa Consular. El Gobierno uruguayo desoyó la recomendación de la OMC, y siguió postergando la eliminación del impuesto (que estaba prevista para 2011). Durante 2017, la OMC volverá a examinar la política comercial uruguaya. En consecuencia, parecería razonable esperar que la OMC reitere su recomendación”, puntualizó Ramírez.
No obstante la mala noticia para los exportadores argentinos, los más perjudicados serán los países extra Mercosur, porque para ellos la Tasa Consular aumentará a 5%. Salvo México. Las importaciones de productos mexicanos seguirán exonerados en función del Tratado de Libre Comercio que está en vigor entre México y Uruguay desde 2004, remarcó el especialista.
En cuanto al decreto para incluir advertencias contra el sodio, los azúcares y las grasas en las etiquetas de las latas de alimentos, tiene el apoyo de todos los ministerios, por lo que se estima que será emitido por el Poder Ejecutivo, aunque hasta el 31 de julio las empresas tienen tiempo de hacer sus comentarios y observaciones.