La producción no convencional de gas aumentó 34% interanual en julio y la de petróleo, un 53%.
Aun con los cambios regulatorios de los últimos años en el sector energético -baja de subsidios, suba de retenciones y congelamiento de precios-, la producción en Vaca Muerta continúa creciendo. Según datos de la Secretaría de Energía, la producción no convencional de gas aumentó 34% interanual en julio y la de petróleo, un 53%.
En total, la producción de gas aumentó 9,3% interanual en julio y es la más alta en 14 años con 144 millones de metros cúbicos diarios (m3/d). Si bien el gas convencional tuvo una caída en la producción de 5%, el no convencional compensó esa reducción con el crecimiento interanual de 34%. En particular, el shale gas tuvo un crecimiento de 94%, con una producción de 35 millones de m3/d.
Algo similar ocurrió con el petróleo, que llegó a una producción de 505.000 barriles por día, y tuvo una producción 4,4% mayor respecto a julio del año pasado. Si bien el petróleo convencional cayó un 3%, también la producción no convencional compensó esa baja gracias a un crecimiento del 53%. En particular, el shale oil tuvo un crecimiento interanual de 62%, con un volumen de 87 kbbl/día.
Vaca Muerta cuenta actualmente con 11 áreas de desarrollo masivo y gracias al crecimiento en su producción el país pudo recomponer su balanza comercial energética. Desde el año pasado el Gobierno comenzó a autorizar las exportaciones de gas interrumpibles: en el primer semestre, la Argentina exportó un promedio de 5,9 millones de m3/d, con los envíos a Chile, Brasil y Uruguay. La semana pasada se fijaron las condiciones para sumar exportaciones de gas bajo condición firme (no interrumpible) en el período que abarca entre septiembre y mayo, cuando la demanda doméstica baja sustancialmente.
El sector energético, y en particular Vaca Muerta, fue uno de los que más creció durante el gobierno de Mauricio Macri, ya que se hizo de esta industria una prioridad y se le dio visibilidad a escala internacional. Sin embargo, a partir del año pasado, cuando comenzó la disparada del tipo de cambio y se recurrió a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno debió reducir los gastos fiscales y el sector sufrió el ajuste en varios frentes.
En primer lugar, se redujeron los beneficios fiscales a los productores de gas no convencional, tras cambiar la interpretación de la resolución 46 que otorgaba subsidios a las nuevas inversiones en Vaca Muerta. No solo el Gobierno debió limitar los beneficios a solo la estimación de la producción inicial, en vez de a todo el gas que se extraía, sino que se rechazaron los pedidos de otras empresas para sumarse al incentivo fiscal.
Desde entonces, y como consecuencia también del exceso de gas en el mercado, las empresas comenzaron a mover equipos a pozos petroleros y se disparó la producción de crudo. Esto permitió que desde hace 15 meses el país dejara de importar petróleo. Pero las últimas medidas de congelar el precio del barril y de fijar el tipo de cambio volvió a poner en alerta la industria.
Perspectivas a futuro
El candidato presidencial Alberto Fernández dijo esta semana que “no tiene sentido tener petróleo si para extraerlo hay que dejar que las multinacionales vengan y se lo lleven”. Esto trajo indignación entre los analistas del mercado. Emilio Apud, exsecretario de Energía, señaló que era “un disparate y una irresponsabilidad”, en una entrevista con radio Mitre.
Sin embargo, Guillermo Nielsen, exsecretario de Finanzas y asesor económico de Fernández, reveló que está trabajando en un proyecto de ley para hacer de Vaca Muerta una política de Estado. “Buscamos poner a Vaca Muerta y otras formaciones no convencionales en pie de igualdad tributaria y regulatoria con Permian y con Marcellus [dos grandes formaciones no convencionales de Estados Unidos]”, había dicho en el precoloquio de IDEA, realizado en Neuquén hace unos meses.
Otros agentes del sector también creen que si el kirchnerismo vuelve al poder, fomentarán que continúe el desarrollo de Vaca Muerta, ya que el país necesita que ingresen divisas y, lo más importante, impedir que salgan con las importaciones de energía. Después de todo, el desarrollo de Vaca Muerta comenzó con el primer plan gas del exministro de Economía Axel Kicillof.
Aun resta saber qué ocurrirá con las tarifas de gas y electricidad, que todavía siguen siendo muy subsidiadas por el Estado. Fernández habló de “pesificar las tarifas”, una propuesta que causó también rechazo en un sector en el cual todos los insumos están dolarizados, ya que se importan los equipos y, por lo tanto, las inversiones deben hacerse en dólares.