Vaca Muerta: en medio de la interna se fue un funcionario clave del proyecto del gasoducto

Se trata de Antonio Pronsato, que fue interventor del Enargas en la época de Julio De Vido.

Antonio Pronsato, un ex colaborador de Julio De Vido (ministro de Planificación entre 2003 y 2015), se desvinculó de Ieasa. Esa empresa estatal tiene a cargo la construcción del gasoducto que une Vaca Muerta con Buenos Aires.

La renuncia del funcionario no fue confirmada por la empresa, pero sí por otras fuentes oficiales. Pronsato mismo le dijo a al diario La Nación que no permanecerá en la empresa, según esa publicación.

En algunas empresas interesadas en la obra de construcción describen a Pronsato como una figura “clave” en el proceso. Pero otros ejecutivos que participan del proceso dicen que el equipo de Agustín Gérez -el titular de Ieasa- puede seguir avanzando sin Pronsato, ya que no tenía un cargo que le adjudicara la primacía en las decisiones de esa obra.

Hace poco, se firmó un contrato de financiamiento del gasoducto. Lo hicieron Agustín Gérez, gerente general de la empresa, y Gastón Leydet, subgerente general.

Aunque en las empresas hay cierta inquietud por la continuidad del proyecto, dentro del gobierno había más tranquilidad. El secretario de Energia, Darío Martínez, la considera “clave” y dice contar con el respaldo del ministro de Economía, Martín Guzmán.

“Esta obra es la de mayor trascendencia histórica para nuestro país, contribuyendo de esta manera a que los sectores residenciales, comerciales e industriales puedan acceder a precios competitivos de la energía para el logro del pleno empleo y la producción”, dijo Gérez hace poco.

“Los plazos se vienen cumpliendo. Se hizo la adjudicación de cañerías. Está el fondeo. Se están preparando los pliegos de la obra civil. Todo está en función de lo esperado”, sostienen en el Gobierno.

IEASA está a cargo de la construcción del gasoducto (cuyo nombre es presidente Néstor Kirchner) y de las obras del Programa Transport.AR, que incluye, además del mencionado gasoducto, otras obras de expansión del sistema de transporte de gas natural.

Ieasa pagará más de US$ 600 millones por la cañería. La única postulante fue Tenaris, parte del grupo Techint.

Lo comprado se utilizará para la construcción del gasoducto que irá de Vaca Muerta a Salliqueló, en la provincia de Buenos Aires. Se trata del primer tramo de este proyecto.

Ahora viene la licitación para la obra civil, es decir, la construcción en sí misma.

En total, son alrededor de US$ 1.500 millones. En el Gobierno creen que todo estará listo a mediados de 2023. De esta forma, se lograría que se reduzcan las importaciones de GNL durante el próximo invierno.

La conexión entre Vaca Muerta y Buenos Aires es considerada clave para los productores de gas. Las empresas dicen que en la formación neuquina hay suficiente gas para cubrir la demanda doméstica durante varias décadas, y que incluso hay un gran potencial exportador.

El Estado pagará un adelanto cercano al 40% del total al proveedor de caños, que deben entregarse durante este año, en un plazo de entre tres y cuatro meses posterior al pago del anticipo.

La licitación está pactada en pesos, y las empresas están utilizando el tipo de cambio oficial para sus proyecciones.

El presupuesto de este gasoducto ya generó algún altercado. El secretario de Energía, Darío Martínez, le escribió al ministro de Economía, Martín Guzman que “es imperiosa (la) necesidad de ejecutar obras fundamentales, como el gasoducto presidente Néstor Kirchner, único camino para paliar la crisis energética en la que ya estamos inmersos por falta de infraestructura gasífera para evacuar producción existente”. El funcionario luego manifestó que había saldado sus diferencias con Guzmán.

El fondeo de la primera etapa del gasoducto salió del denominado Impuesto a la Riqueza. Allí se establecía la creación de este proyecto, con parte de la recaudación de ese tributo. Una vez que se juntó el dinero, el Tesoro nacional lo retuvo y no se lo transfirió a Ieasa, que es la responsable de la obra.