Vera Álvarez es una investigadora del CONICET Mar del Plata que recibió el Premio Houssey 2015, uno de los más destacados a nivel nacional, y habló en la 99.9 sobre el cambio de paradigma en el trabajo científico: “no es investigación pura, sino en algo que pueda tener luego una respuesta a una necesidad de la sociedad”. Además, destacó que desde la UNMdP y el CONICET local los están apoyando para conseguir patentes desde la ciudad.
Los científicos de Mar del Plata suelen tener logros que no toman demasiadas repercusiones. Eso sucede con Vera Álvarez investigadora del CONICET de Mar del Plata que ha recibido el Premio Houssey 2015, uno de los más destacados a nivel nacional. En la 99.9, comentó que trabajan con “materiales compuestos de matriz polimérica, básicamente plásticos reforzados para diferentes aplicaciones. Trabajamos en el INTEMA que es un Instituto dependiente del CONICET y la Universidad Nacional de Mar del Plata”.
Lo que se ha premiado tiene que ver con la evolución en general de los trabajos que realizan: “el premio no es de un proyecto, sino fruto de la evolución en todos estos años. Trabajamos desde la escala del laboratorio y tratamos de transferirlo al medio productivo. No es investigación pura, sino en algo que pueda tener luego una respuesta a una necesidad de la sociedad. Eso nos caracteriza y no es tan típico en los grupos de investigación”. Esta idea plantea un cambio de paradigma respecto del periodismo de investigación: “algunas políticas de los últimos años han ayudado a que esto se pueda hacer”.
En cuanto al trabajo que están haciendo bajo la órbita ahora del gobierno de Mauricio Macri, Álvarez aclaró que “en particular no sufrimos ninguna persecución, pero nos parece que algunas políticas han cambiado al menos en este período. La gente que está esperando la entrada a carrera es una de ellas por ejemplo. Hay gente en esa situación y no se le acredita, pero no sabe como es el tema”. Lo que parecía la continuidad del titular del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, no terminó de la misma forma: “la presencia de Lino Barañao tenía que ver con darle continuidad a algunas cosas, pero no es este el caso. Hay personas que obtuvo su ingreso a la carrera de investigador que es como si fuera un puesto fijo, tienen la resolución desde noviembre y todavía no han sido incorporados”, comentó.
Lo que ellos, desde el grupo de trabajo que encabeza, están tratando de hacer, parece ser una constante en todo el país: “la ciencia básica es necesaria, pero en el grupo que trabajamos nosotros tenemos conciencia que la persona que compra un paquete de yerba está pagando con sus impuestos nuestros sueldos. Eso lo tenemos muy claro y creemos que tenemos que devolverselo a la sociedad tratando de solucionar problemas cotidianos o generando trabajo genuino de mayor calidad para la gente”, aclaró Vera.
Esta mentalidad tiene que ver también con una nueva generación de científicos que forman parte de los distintos grupos: “mi grupo joven, soy la directora y tengo 40 años siendo la más grande del grupo. Después todos están entre 20 y 30 y pico de años por lo que tienen otra mentalidad”.
Aquella idea de la publicación de papers en las revistas especializadas, parece quedar de lado en estos tiempos y eso se ha institucionalizado: “ha habido una modificación en los criterios de evaluación de CONICET en los últimos años. El presidente anterior hizo hincapié en eso y han provocado un cambio. Son parámetros más difíciles de definir. Las revistas tienen muchos perfiles o datos donde es fácil evaluar si es bueno o no en ese sentido de la publicación. En este nuevo parámetro de hacer una transferencia o un servicio, es más difícil medirlo para los investigadores”.
Por otro lado, se modificó la idea de trabajo sobre las patentes incluso desde Mar del Plata y así lo especificó Vera Álvarez: “los proyectos que trabajamos con una empresa directamente deciden no patentar y guardarlo como secreto industrial trabajándola como producto. En otros casos, tanto el CONICET como la Universidad Nacional de Mar del Plata tiene sus departamentos de propiedad intelecual y lo que hacemos es canalizar todo lo que tenemos hecho antes de publicarlo o divulgarlo”.
Para este tipo de investigaciones que llevan adelante, esta ayuda es fundamental: “se ha hecho un fuerte énfasis en sumar a una persona muy formada en ese cargo a punto tal de que el año pasado la UNMdP presentó 8 patentes y fue la Universidad Nacional que más patentes presentó. De esas, 7 eran de ingeniería que es el departamento donde trabajo yo. Ahora nos están ayudando desde las instituciones en este sentido”, concluyó.