La Diputada Nacional habló a través de la 99.9 sobre la imputación de ocho empleados de SanCor por amenazas a sus compañeros para que hagan abandono del lugar de trabajo.
Después de que se conociera un inédito fallo judicial donde se imputó a 8 empleados de la cooperativa láctea SanCor de la planta que funciona en Sunchales por los delitos de “amenazas calificadas por el propósito de compeler a otras personas a hacer abandono de su lugar de trabajo”; parece haber un cambio de aires en el abordaje de este tipo de delitos.
La Diputada Nacional Verónica Razzini, como productora tambera en su momento debió lidiar con los bloqueos de planta por parte de ATILRA y ahora ve esta información como una luz de esperanza: “celebro profundamente que la justicia comience a tomar cartas en el asunto. Al final del túnel, terminamos encontrando la luz. Hace mucho tiempo que estoy con el tema de los bloqueos y creo que la gente busca el acompañamiento por lo que decidimos acompañar a la empresa. Llegó el momento donde la justicia empezó a hacer su trabajo”, comentó en la 99.9.
Todo parece distinto porque el respaldo de la justicia haciendo lo que corresponde, llevó a que la empresa también se pusiera firme en defenderse: “estamos en una nueva era de nuestro país donde parece que realmente “el que las hace, las paga”. Me siento esperanzada porque hay una actitud firme de la empresa, no van a entregar Sancor como el gremio pretende. Se vienen días de una lucha difícil, se pondrá complicado pero tanto los trabajadores como la empresa, quieren dar esa batalla. La empresa se sentía entregada y estas imputaciones han sido un bálsamo. Entiendo que seguirán aportando pruebas a la justicia porque siguen sucediendo cosas en Sunchales donde está la batalla más fuerte”.
ATILRA ya expresó públicamente que el objetivo que persiguen es fundir la empresa para tomar el control de la misma, algo que la justicia tampoco debería pasar por alto: “nunca tienen fundamento en lo que dicen. Esta semana el Movimiento Empresarial Antibloqueo estuvo en la planta hablando con los trabajadores porque están desesperados y piden ayuda a todo el mundo. Hace un tiempo atrás estuve en la planta y parece un campo de concentración, los trabajadores caminan con la cabeza gacha, van en grupo al baño porque los agarran y les pegan, no pueden ir al comedor porque lo tienen tomado; es inaudito. No se puede permitir que 40 vándalos tengan así a los trabajadores esgrimiendo que son delegados”. Además, agregó: “Que un gremio saque comunicados diciendo que quieren cerrar la empresa, me parece mucho. La quieren para ellos, la quieren conducir”.