La Provincia tendrá que absorber unos $ 25 mil millones por la transferencia de subsidios. Y una parte “pagarán” los legisladores.
María Eugenia Vidal volvió a poner la mira en los gastos de la Legislatura. Para este año ordenó un achique de 2.500 millones de pesos que quedó plasmado en el Presupuesto y ahora, va por más. Según trascendió en fuentes calificadas, la Gobernadora reclamó a la conducción de ambas cámaras que vuelva a reducir sus gastos para el año que viene por un monto que oscilaría en 2 mil millones de pesos.
La decisión de Vidal importa un juego a dos bandas. Incluye un mensaje a la sociedad en el sentido de que la política se suma al esfuerzo que plantea la Nación a la gente en un contexto de aumento de tarifas, recesión y salarios a la baja. Pero además, busca amortiguar parte del ajuste que deberá hacer su administración para absorber los subsidios al transporte que le va a transferir la Nación el año que viene.
Como viene informando este diario, el gobierno bonaerense tendrá que hacerse cargo de un piso de 25 mil millones de pesos en el marco del ajuste fiscal al que se comprometió la administración de Mauricio Macri con el FMI.
Se trata de una cifra que virtualmente licúa lo que Vidal consiguió en la trabajosa negociación que terminó con el descongelamiento del Fondo del Conurbano.
Frente a este escenario, ordenó a los presidentes del Senado y de Diputados, Daniel Salvador y Manuel Mosca, respectivamente, que realicen un achique de gastos para acompañar el ajuste que impactará sobre las cuentas bonaerenses.
El presupuesto de la Legislatura está fijado en el 1,2 por ciento de los gastos del Ejecutivo. La idea de Vidal es llevarlo al 1 por ciento. Como todavía no está resuelto el número final de las erogaciones de la Provincia para el año que viene, no se puede determinar con certeza el monto del achique legislativo. Pero las primeras estimaciones hablan de unos 2 mil millones de pesos.
Vidal, mientras tanto, libra una pulseada por conseguir otros 19 mil millones de pesos ya que el acuerdo que se selló el año pasado por el que obtuvo más recursos tomó como base una estimación de inflación que quedó pulverizada por la realidad.