La secuencia quedó registrada por una cámara de EL DIA. Uno de los ladrones lo arrinconó contra un alambrado.
La secuencia, brutal, ejemplifica con claridad la violencia urbana que impera en las calles de la Ciudad. Esta vez la víctima fue un joven al que dos motochorros, presuntamente menores de edad, lo pusieron en una dura encrucijada: o entregaba todo el dinero que llevaba encima o tal vez terminaba lastimado en un hospital.
El brutal episodio, que quedó registrado por una cámara de EL DIA, tuvo lugar a las cinco de la tarde de ayer, a la altura de las calles 1 y 57 y a metros del Ministerio de Seguridad bonaerense.
Con total impunidad y, a la vista de todo el mundo, los precoces delincuentes, que se desplazaban en una moto de color negra, parecían recorrer la zona en busca de una nueva víctima. Y la encontraron.
El joven, de quien no se tienen datos, porque al cierre de esta edición no había concurrido a la comisaría a radicar la denuncia, caminaba pegado a la obra de la cancha de Estudiantes, con dirección a la entrada del Paseo del Bosque.
Fueron instantes. La moto oscura quedó parada sobre la calle, pegada al cordón de la vereda, con uno de los ladrones arriba. El cómplice, en tanto, salió despedido hacia su objetivo y mostrando lo que llevaba entre sus manos: una filosa arma blanca.
El resto, todos ya podrán imaginarlo: amenazas, aprietes y el pedido del dinero.
Aparentemente, a decir por las imágenes, la víctima jamás se resistió.
Sin embargo, se desconoce si tratando de infundir mayor temor o, buscando causar un daño, el delincuente hizo un feroz movimiento con su mano derecha, como si quisiera hincar el elemento cortante en el cuerpo del joven, quien dio un desesperado paso hacia atrás, tratando de zafar de la agresión.
Por suerte para él, todo quedó en un amague.
Los asaltantes, una vez que tomaron lo que habían ido a buscar, se desconoce la cantidad, escaparon con dirección desconocida.
Lo que quedó fue el miedo y la angustia, que siempre genera una situación traumática de estas características.
Más allá de que el joven no sufrió consecuencias físicas tras el asalto, el mal momento perdurará seguramente en su memoria durante bastantes días.
SIN ESCAPATORIA
Al examen de las capturas realizadas por el fotógrafo de este diario, la víctima no tuvo posibilidad alguna de escape.
Es que lo arrinconaron contra un alambrado y justo en un instante en el que no pasaban por allí otros vecinos.
Si quería correr o, empujar al asaltante, buscando un resquicio por donde filtrarse, tal vez los resultados hubiesen sido mucho peores.
Por algo los especialistas en seguridad siempre aconsejan a no resistirse ante un robo.
Como se dice en la calle, “el dinero va y viene”. Pero un balazo o una puñalada pueden dejar secuelas irreparables, incluso provocar la muerte, como lamentablemente ha ocurrido en tantísimas oportunidades en nuestra ciudad.
INTERROGANTES
Lo que no pudo saberse ayer, por la ausencia de la denuncia, fue si al joven, además del dinero, le sacaron otros elementos de valor.
En poder del agresor, al margen del arma blanca, se observa lo que podría ser una tablet o notebook y también un presunto teléfono celular.
De todas formas, se desconoce si esos objetos, de existir, pertenecían al chico de remera roja o si habían sido robados a alguna otra persona.
Los motochorros, se sabe, representan una de las mayores amenazas para los platenses.
Se trata de una modalidad delictiva, que al principio se emparentaba con las salideras y los arrebatos. Pero con el correr del tiempo, comenzó a estar vinculados con muchas otras conductas criminales.
EN FRANCO AUMENTO
Los asaltos cometidos por ladrones que se mueven en moto, aumentaron en los últimos años.
Esto incluye tanto a quienes asaltan o arrebatan directamente desde ese tipo de rodados, como a quienes lo utilizan para escapar más fácilmente tras cometer un robo a un comercio o una casa.
Un dato: los delincuentes en moto atacan a cualquier hora del día.