La Directora Coordinadora de Desarrollo Social, Viviana Araujo habló en la 99.9 sobre la famosa foto que recorre los medios locales sobre los libros de la biblioteca en el CIC del Barrio El Martillo. “Estábamos limpiando porque el lunes comienza un curso de Bromatología y manejo de alimentos y había ratas muertas y heces de roedores en medio de los libros. Cometí el error de dejarlos afuera, pero estaban dentro de bolsas que mandé a comprar”, afirmó.
La imagen es fuerte. Los libros tirados en el pasto del patio del CIC en el Barrio El Martillo ha sido una de las fotos que generó polémica en Mar del Plata y las miradas están puestas en la Directora Coordinadora de Desarrollo Social Viviana Araujo quien denunció un accionar increíble en torno a un foto que parece no reflejar la realidad.
“El lunes fui al CIC Martillo como voy los lunes o martes”, empezó a relatar en la 99.9 Araujo. Luego abundó: “al mediodía empecé a recorrer las oficinas que no ocupa el SEDRONAR. Envié a una de las auxiliares municipales a comprar bolsas de residuos para poner un poco de orden en la Biblioteca porque era necesario levantar libros que estaban tirados en el piso y mal ordenados”.
No esperaba encontrarse con lo que allí había y tuvo una reacción que podía ser discutible, pero no al punto que fue expuesto en los medios locales: “me puse a ordenar con los auxiliares, con unos bolsos que teníamos para ir guardandolos y reordenarlos nuevamente. Cuando levanto los del piso encuentro roedores muertos y heces entre las estanterías de madera que están hechas de manera precaria. Debo decir que me dio asco, utilizamos las bolsas con los libros de esas estanterías y cometimos el error de dejarlas afuera”, remarcó.
Después de eso, siguieron con el resto del edificio porque había lugares en situación de suciedad absoluta. “Los otros libros que estaban en otras estanterías los guardamos en bolsos en una de las secretarías bajo llave porque hemos tenido muchos robos y debemos hacerlo así. Fui después a los dos salones de al lado y volvimos a hacer lo mismo con los armarios de hierro y estaba todo desordenado. Papeles que ya no servían, carteras con medias adentro…limpiamos tres oficinas en menos de una hora”, recordó a continuación.
Cuando se fue del CIC, los libros estaban embolsados y fuera del edificio, pero no como se vieron después: “los libros fueron dejados en bolsas negras que mandé a comprar. Luego en los medios aparecen todas desarmadas y a la intemperie, cuando yo debía volver para ver que hacíamos con esos libros que consideraba contaminados”. Al momento de buscar una explicación, Araujo indicó que “alguien vandalizó las bolsas, porque tengo fotografías de todos los libros guardados. Saqué las fotos de las lauchas y de la suciedad que había. Estábamos tratando de limpiar el CIC porque el lunes empieza un curso de bromatología y manipulación de alimentos, esa es mi verdad”.
Si bien reconoció el error que cometió, también señaló que los trabajadores del lugar actuaron con mala intención: “el año pasado se hizo una desinfección y quizás por eso se encontraron los roedores muertos. Fue un error dejarlos afuera, pero tenía miedo de que entraran chicos y los tocaran. Lamento que la gente que trabaja en el CIC no me lo haya preguntado y haya llamado a los medios”, concluyó.