Voto castigo para Obama

La victoria, mayor de la esperada, aumenta su dominio en la Cámara Representantes y su número de gobernadores.

voto-legislativo-USALa rotunda victoria de los republicanos en las legislativas de este martes en Estados Unidos, mayor de la pronosticada, ha sido recibida como un gran voto de castigo contra Barack Obama, como han reconocido los propios demócratas.
Los republicanos no solo tomaron el control del Senado, sino que lo hicieron más holgadamente de lo previsto e incluso pusieron contra las cuerdas a los demócratas en significativos estados. Además, aumentaron su mayoría en la Cámara de Representantes (podrían pasar de 234 escaños a 250) y, contra lo indicado por las encuestas, incrementaron el número de gobernadores (de 29 a unos 35).
Algunas notorias derrotas demócratas se produjeron en lugares visitados durante la campaña por Obama. El presidente ha convocado para el viernes al Partido Republicano, que ahora tiene las riendas de las dos cámaras del Congreso, para abordar la nueva etapa.
En la lucha por el Senado, los republicanos obtuvieron 52 escaños, uno más de la mayoría absoluta, y probablemente lleguen a 54 cuando se realice el recuento en Alaska y se lleve a cabo una segunda vuelta en Luisiana. Los demócratas se quedaron con 46. Hasta ahora el reparto era 55-45 a favor de los demócratas.
La victoria republicana en las elecciones al Senado tuvo un especial valor político en Iowa y Colorado, estados muy unidos a los triunfos presidenciales de Obama.
En Iowa fue elegida Joni Ernst, que lanzó su campaña con un spot publicitario en el que contaba que había crecido castrando cerdos. En Colorado venció Tom Cotton, un joven candidato que como militar estuvo en las guerras de Irak y Afganistán. En una inesperada derrota, la senadora demócrata Kay Hagan perdió en Carolina del Norte. Los republicanos quitaron además a sus oponentes los escaños que tenían por Virginia Occidental, Dakota del Sur, Montana, Georgia y Arkansas. También estuvieron a punto de arrebatar Virginia, contra todo pronóstico.
El caso de Arkansas es notorio por su vinculación con los Clinton. El expresidente Bill Clinton, que antes de llegar a la Casa Blanca fue gobernador de ese estado, lo visitó seis veces durante la campaña, en ocasiones acompañado por su esposa Hillary. Su apoyo al candidato demócrata no sirvió, como tampoco sus viajes a Iowa a Carolina del Norte.
Es posible que los Clinton no perjudicaran las campañas de esos candidatos, pero es difícil no concluir que los desplazamientos de Obama dañaron a los demócratas con los que apareció en los mítines. Precisamente por su baja popularidad, muchos didatos al Senado, donde estaba la principal batalla política, prescindieron de la presencia del presidente. Obama se centró entonces en algunos candidatos a gobernador, y varios de ellos han perdido las elecciones, como el de Illinois, el estado de adopción de Obama, el de Maryland o el de Michigan. También en los tradicionalmente demócratas Massachusetts y Maine la victoria fue para los republicanos. En total, el número de gobernadores republicanos podría ascender hasta 35, frente a 15 de los demócratas.
Entre los gobernadores republicanos reelegidos está el de Florida, Rick Scott, que cerca se quedó de tener que ir a un recuento de los votos, y el de Wisconsin, Scott Walker, cuya victoria abona sus posibles planes de presentarse a las presidenciales.