Rusia ha decidido atajar el creciente éxodo de programadores, expertos aeroespaciales y otros cerebros con los mismos métodos de la Unión Soviética: prohibiendo su salida del país.
El gobierno ruso y al menos una de sus empresas estatales han prohibido la salida del país de sus ingenieros y científicos. Los guardias de frontera tienen orden para detener a cualquier experto en tecnología informática mientras que Roscosmos, la agencia espacial rusa, ha emitido una orden que prohíbe terminantemente que cualquier empleado salga del país.
Es lo que afirma con espeluznante detalle Kamil Galeev, un investigador de origen ucraniano experto en política de la Rusia post-soviética. Galeev mismo tuvo que abandonar recientemente su residencia en Moscú después de ser encarcelado en 2020, siguiendo su participación en protestas contra el gobierno de Vladimir Putin.
Vuelta a la represión soviética
Esta prohibición de salir del país es la última medida represiva que está conviertiendo el país en un reflejo de la antigua Unión Soviética. Después de analizar el brutal impacto que las sanciones van a tener en Rusia, Galeev describe en detalle el éxodo de ingenieros y científicos. El país lleva sufriendo una fuga de cerebros durante años, pero la invasión de Ucrania y el progresivo incremento de la represión política la han acelerado a pesar del decreto de Putin que prohíbe la salida del país con más de 10.000 dólares.
“Todas las personas algo inteligentes del país entienden lo aterradoras que son las perspectivas [económicas y de represión del régimen de Putin]. La gente se va en masa siempre que puede. El destino más popular de emigración es Tiflis [capital de Georgia], todos los vuelos están reservados. Así que la gente vuela a Ereván, Bakú, sólo para salir” del país, apunta Galeev. “Primero los vuelos a Georgia se vendieron. Luego a Armenia y Azerbaiyán. Pero la gente todavía quería irse, así que empezaron a irse al único destino cercano [disponible], donde todavía se podían conseguir vuelos para Asia Central, principalmente Uzbekistán. Fergana, Tashkent y Samarcanda están saturados”.