El Diputado Nacional explicó en la 99.9 el contexto en el cuál decidieron ayer retirarse del recinto y no dar quorum para el tratamiento de un proyecto que pretende crear nuevas Universidades: “la sesión estaba caída y la presidenta que la inició de facto, nos prohibió la palabra”.
Luego de una controversial sesión de Diputados donde Juntos por el Cambio decidió retirarse del recinto, comenzaron los cruces con declaraciones fuertes que desvirtuaron lo que en realidad pasó cuando el gobierno trataba de aprobar la creación de nuevas Universidades.
El diputado Waldo Wolff, habló sobre la reacción que tuvieron en la 99.9 y señaló que “estoy orgulloso de lo que hicimos ayer, de la defensa de las instituciones. Lo hicimos de la manera más civilizada posible dentro de un recinto. Nadie insultó a la presidente, nadie violentó físicamente a nadie, pero defendimos el funcionamiento de una institución”.
Luego, el legislador, explicó que condiciones deben darse para que la sesión tenga validez y denunció que lo que hicieron fue comenzarla “de facto”: “el funcionamiento de una sesión de facto es la apropiación de una parte de la democracia, al servicio de una facción que la utiliza para sus propios intereses. Ayer hubo una sesión que comenzó de manera irregular. Estaba citada para las 13 horas y no es un grupo de amigos que se junta, está protocolarizado. Dice el reglamento que después de media hora de tolerancia la sesión cae si no se junta el quorum. Como no lo juntaron 13.30, decidieron unilateralmente posponerla a las 14 y como tampoco la juntaban, vino el Ministro de Economía, habló con Diputados que bajaron al recinto con una sonrisa y comenzaron a las 14.30”.
Ahí es donde se dio un hecho aún más grave que la irregularidad que estaban denunciando, sino que no les permitieron hablar a los Diputados de la Nación: “esa sesión estaba caída y comenzaron a tratar temas importantes que comprometen presupuesto, emisión y nuevos empleados públicos. Pedíamos la palabra, algo que nos asiste en la cámara. La presidente no puede decidir si nos da o no la palabra, tiene la obligación de dárnosla. Sin embargo, no nos daba la palabra, tuvimos que gritar para que nos escuchen y decía “no me griten porque soy mujer”. Estoy contento de lo que hicimos, porque era lo que teníamos que hacer. Cuando un presidente de facto le cierra el micrófono a un diputado, se lo está cerrando a los millones de personas que nos votaron”, finalizó Wolff.